EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 8,51-59.
Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás".
Los judíos le dijeron: "Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado.
Abraham murió, los profetas también, y tú dices: 'El que es fiel a mi palabra, no
morirá jamás'.
¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas
también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?".
Jesús respondió: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi
Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman 'nuestro Dios',
y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: 'No lo conozco', sería,
como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio
y se llenó de alegría".
Los judíos le dijeron: "Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?".
Jesús respondió: "Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy".
Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del
Templo.
Comentario del Evangelio por
San Cesáreo de Arles (470-543), monje y obispo
Homilía 83
Abraham vió mi día
¿Entonces, dónde se efectuó este encuentro [de Abraham y de sus tres
visitadores]? "En la encina de Mambré", lo que significa "visión" y además
"perspicacia". ¿Veis en qué lugar el Señor puede organizar un encuentro? Es verdad
que las cualidades de clarividencia y de perspicacia de Abraham le gustaban al
Señor; tenía el corazón puro, de modo que le era posible ver a Dios (cf Mt 5,8). En
tal lugar, en tal corazón, el Señor podía pues reunir a sus convidados.
En el Evangelio, el Señor habló a los judíos de este encuentro; les dice:
"Abraham, vuestro padre, exultó al pensar que vería mi día. Lo vio y desbordó de
alegría ". " Vio mi día ", dice, porque reconoció el misterio de la Trinidad. Vio en su
día al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y a las tres personas reunidas en un solo
día, totalmente en un Dios Padre, un Dios Hijo y un Dios Espíritu Santo, que son
tres en un sólo Dios.
En efecto, cada persona divina en particular es un Dios separado, y
simultáneamente las tres juntas son Dios. No es incongruente identificar al Padre,
al Hijo y al Santo Espíritu en las tres medidas de harina que aporta Sara, ya que
hay unidad de sustancia.
Podemos sin embargo avanzar otra interpretación y ver en Sara la imagen de la
Iglesia: las tres medidas de harina pueden ser interpretadas como la fe, la
esperanza y la caridad. Estas tres virtudes reúnen en efecto los frutos de la Iglesia
universal; todo hombre que mereció reunir en él estas tres virtudes, puede estar
asegurado de recibir la Trinidad entera en su corazón.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”