Semejantes a Él
Hoy, en nuestras comunidades cristianas, celebramos el día del “Buen
Pastor”, referido este título a nuestros Sacerdotes. Con temor y temblor,
siendo Yo sacerdote, me apropio este evangelio, para un examen de
conciencia, como un acercamiento al único Buen Pastor, como una mirada
en lejanía al modelo, e intentar buscar mi semejanza con Él
Parto de una primera aproximación que me deja en extremo conmovido,
mejor, terriblemente preocupado: La alternativa que estable Jesús entre el
“Buen Pastor y el mercenario”. Es posible que en mi sacerdocio y en
algunos de mis hermanos haya rezagos de mercenario: Búsqueda de poder,
intereses económicos, carrerismos, influencias, partidismos. Y en nombre de
todo esto, se pierda el amor primero.
Jesús califica su Pastoreo con dos cualidades bien definidas: Da la vida por
sus ovejas y las conoce por sus nombres. Lo contrario es fácil deducirlo: Se
explota la vida de los demás y se desconoce su realidad sentida y sufrida.
Tengo para escoger. Y Dios respeta mi libertad, sólo que de la opción
depende mi realización o mi frustración.
Las dos primeras lecturas centran mi vida: Jesucristo, sólo Él como razón de
mi sacerdocio, su amor como único motor del ministerio. Lo demás debe
pasar a segundos o terceros niveles. O incluso, rechazados o denegados.
Volver hoy a entender mi sacerdocio en y desde Jesucristo le daría a mi vida
la nueva y definitiva orientación y definición ante la comunidad como mi
única identidad.
Cochabamba 29.04.12
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com