EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 12,1-11.
Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que
había resucitado.
Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.
María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él
los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia
del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
"¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los
pobres?".
Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como
estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
Jesús le respondió: "Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi
sepultura.
A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre".
Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y
fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.
Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él.
Comentario del Evangelio por
Orígenes (v. 185-253), sacerdote y teólogo
Comentario al Cantar de los Cantares, II- 1,12; SC 375 (trad. Editorial
ciudad nueva, biblioteca patrística)
«La casa se llenó del olor del perfume»
Parece como si la esposa dijera :"Mi nardo, con el que ungí a mi esposo, al
retornar hacia mí, me trajo el olor del esposo, y como si su propio olor natural
quedase superado por la fragancia del esposo, me trajo esta misma fragancia.»
Representemos aquí a la esposa-Iglesia en la persona de María, de la que
oportunamente se dice que trae consigo una libra de perfumes de nardo puro muy
caro, unge los pies de Jesús y los enjuga con sus propios cabellos, y así gracias a
su cabellera, recibe y recupera para sí el perfume, impregnado ahora de la calidad y
virtud del cuerpo de Jesús.
Y toda la casa, añade, se llenó del olor del perfume. Esto indica ciertamente
que el olor de la doctrina que procede de Cristo y la fragancia del Espíritu Santo
llenaron toda la casa de este mundo y la casa de toda la Iglesia.
O bien, cuando menos llenaron toda la casa del alma que tomó parte en el
olor de Cristo ofreciendo primero el don de su fe, como perfume de nardo, y luego
recibiendo por esto la gracia del Espíritu santo y la fragancia de la doctrina
espiritual... y por eso mismo puede decir: «Somos buen olor de Cristo para
Dios»(2Co 2,15). Y como quiera que este perfume estaba lleno de fe y de preciosos
sentimientos, por eso Jesús atestiguó a su favor diciendo: «Ha hecho una buena
obra conmigo»(Mc 14,6).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”