Comentario al evangelio del Viernes 06 de Abril del 2012
Queridos amigos:
¿Cómo vivir el Viernes Santo de este año 2012 en compañía de María, la Madre dolorosa? Un antiguo
libro titulado "Dormición de la Virgen" presenta a María recorriendo los lugares por los que anduvo
Jesús camino del Calvario. Parece ser que ésta era también -como atestigua la monja Hegeria en el
siglo IV- una tradición de los cristianos que vivían en Jerusalén el día de Viernes Santo. Todos querían
recorrer la senda que el Maestro había recorrido con la cruz a cuestas hasta el Calvario.
¿Qué sentiría hoy María viendo la "Vía Dolorosa" convertida en la calle más comercial de la Jerusalén
antigua? Los grupos de mujeres plañideras han sido sustituidos por vendedores que ofrecen especias,
ropas y toda clase de artesanía y de recuerdos. Los peregrinos se convierten con frecuencia en meros
turistas. Nada es como aquel viernes del año 30. O quizá sí. Hoy como entonces seguimos ignorando al
Cristo que pasa, aunque, también hoy como entonces, sigue habiendo pequeños cireneos.
Siento que la mirada de María no es una mirada de condena. Los mismos ojos compasivos que
contemplaron entonces al Hijo sufriente contemplan hoy a los hijos sufrientes que se esconden tras los
escaparates de un comercio o bajo la gorra de un turista. La presencia de María sigue viva en esa calle
que parte de la torre Antonia y muere en la basílica del Santo Sepulcro, que serpea por entre bazares y
puestos de policía, que ensambla las voces de los comerciantes, las plegarias de las mezquitas y las
campanas de las iglesias, que mezcla las monedas y el incienso. Aparece de manera expresa en el
pequeño bajorrelieve que conmemora la cuarta estación en una capilla regida por los armenios
católicos.
Sigue viva, por encima de todo, consolando a los muchos cristos rotos que deambulan por las "vías
dolorosas" de este mundo nuestro, de la que la Vía Dolorosa de Jerusalén es todo un símbolo.
Podemos vivir este Viernes Santo de muchas maneras. Os invito a vivirlo al lado de María. Me resultan
muy luminosas las palabras de Juan que leemos hoy en el relato de la pasión y que tantas veces han
sido musicalizadas: "Stabat mater iuxta crucem". La madre de Jesús permanecía en pie junto a la cruz.
¿Cómo se percibe el misterio de la muerte de Jesús estando de pie al lado de la madre? Esta
perspectiva mariana del Viernes Santo es "otra cosa". Dediquémosle tiempo, mucho tiempo. Y pocas
palabras. Ojos abiertos y corazón sencillo. Entonces el misterio entrará en nuestra casa.
Jesus Losada