SEMANA SANTA/SEMANA DE PASION
Padre Julio Gonzalez Carretti OCD
La noche del Sabado Santo: La Vigilia Pascual
a.- Lecturas del AT:
- Gn. 1,1-31; 2,1-2 Vio Dios que todo lo que había hecho era muy bueno.
- Gn. 22,1-18: Sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe.
- Ex. 14,15; 15,1: Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto.
- Is. 54, 5-14: Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor.
- Is. 55,1-11: Venid a mí y viviréis; sellaré con vosotros alianza eterna.
- Baruc 3,9-15.32; 4,4: Camina a la claridad del resplandor del Señor.
- Ez. 36,16-28: Derramaré sobre vosotros un agua pura, y os daré un corazón
nuevo.
b.- Lecturas del NT:
- Rm. 6, 3-11: Incorporados a Cristo por el bautismo.
- Mc. 16,1-8: El crucificado resucitó.
En el Sábado Santo celebramos la sepultura de Jesús, y por la noche, la gran Vigilia
Pascual de la resurrección gloriosa del Señor, cumbre de todo el año litúrgico. Las
varias lecturas del AT como las del Nuevo, son una síntesis de toda la historia de la
salvación, desde el éxodo de Egipto, pasando por los profetas, hasta la resurrección
de Jesucristo. La liturgia de este día, encierra una variedad de símbolos
bautismales, como el nuevo fuego, la procesión con el cirio pascual, el pregón, la
bendición del agua, el bautismo de nuevos cristianos, etc. Todo esto, es para
recordarnos, que nuestra vida en Cristo, viene de nuestra condición de bautizados y
por nuestra fe en ÉL, sumergidos en su muerte, y renacidos, en su resurrección
(cfr. Rm. 6, 3). La inmersión en el agua, simboliza la muerte al pecado y la
sepultura con Cristo, la emersión significa, la resurrección a una vida nueva con ÉL.
De este modo el neófito queda incorporado a Cristo, a su Cuerpo, que es la Iglesia,
la comunidad cristiana que lo acoge en su seno, convertido en hijo de Dios,
miembro vivo de la Iglesia, y heredero de la vida eterna..
Símbolo de Cristo, es el cirio pascual, símbolo de la luz que venció las tinieblas del
pecado y del mal; el agua, símbolo de la vida nueva, que Cristo trajo a todos los
que son incorporados a su Cuerpo, que es la Iglesia. El fuego nuevo, símbolo del
amor de Cristo que purifica el pecado del mundo, y renueva el corazón del hombre.
La celebración pascual, expresa alegremente la fe en la resurrección de Cristo de
todo el pueblo cristiano: Cristo está vivo. Restituye, como nuevo Adán, la vida de
Dios a los hombres envejecidos en sus almas por el pecado, les devuelve la
dignidad de hijos de Dios, la vida de la gracia, la libertad y el amor, para construir
el reino de Dios en este mundo. La pascua cristiana es la fiesta de la vida nueva,
canta que el Señor actuó en este día, es el triunfo de la vida sobre la muerte. Es el
día en que comienza, el éxodo de la esclavitud del pecado, hacia la libertad de los
hijos de Dios, colaborando con la gracia y la fuerza que pone el Espíritu Santo sobre
los elegidos, muriendo con Cristo al hombre viejo. Con Él, debemos aspirar hacia
los bienes de allá arriba, donde está Cristo, y barrer la vida de pecado, la vieja
levadura de la maldad, para ser la masa nueva del pan ácimo de pascua..