Comentario al evangelio del Sábado 14 de Abril del 2012
ueridos amigos y amigas:
El final del evangelio de Marcos es un añadido; y da la noticia de las apariciones del resucitado. El
Cristo resucitado se hace encontradizo, se hace ver y se da a conocer: a María Magdalena, a los
discípulos de Emaús… El que es encontrado por él no puede menos de contar lo que ha visto y oído. La
experiencia de encuentro incluye la misión de anunciarlo. Verlo y anunciarlo son dos caras de la
misma experiencia. El anuncio es llamada a la fe; es invitación a creer. El texto del evangelio insiste
en que los destinatarios no creen. Jesús mismo reprocha a los once su incredulidad porque no creen en
el testimonio de los que le han visto resucitado y vivo. Ya en la etapa pre-pascual Jesús reprochaba la
dureza de corazón de los discípulos a la hora de entender el camino de Jesús, sus actitudes y prácticas.
En la etapa post-pascual, la comunidad cristiana sigue escuchando el mandato de Jesús: Id y
proclamad… Y la Iglesia siente que no puede menos de contar lo que ha visto y oído. Siente la
necesidad de seguir proclamando la misericordia eterna del Señor y contando sus hazañas.
Especialmente la gran proeza de la resurrección de Jesús y los milagros que los testigos siguen
haciendo en su nombre…
¿Sentimos nosotros la urgencia de anunciar la resurrección de Jesús? ¿Necesitamos nosotros creer y
esperar en la resurrección? ¿Estamos contentos y satisfechos con esta vida presente y no anhelamos
más?
Bonifacio Fernandez, cmf