Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Octava de Pascua,
Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de
entre los muertos * Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la
tierra! * Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al
tercer día
Textos para este día:
Hechos 3,11-26:
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, la
gente, asombrada, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban.
Pedro, al ver a la gente, les dirigió la palabra: "Israelitas, ¿por qué os extrañáis de
esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro
propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros
padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis
ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y
pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo
resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Como éste que veis aquí
y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha
restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros.
Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades
lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas,
que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se
borren vuestros pecados; a ver si el Señor manda tiempos de consuelo, y envía a
Jesús, el Mesías que os estaba destinado. Aunque tiene que quedarse en el cielo
hasta la restauración universal que Dios anunció por boca de los santos profetas
antiguos.
Moisés dijo: "El Señor Dios sacará de entre vosotros un profeta como yo:
escucharéis todo lo que os diga; y quien no escuche al profeta será excluido del
pueblo." Y, desde Samuel, todos los profetas anunciaron también estos días.
Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con
vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: "Tu descendencia será la bendición de
todas las razas de la tierra." Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar
a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."
Salmo 8:
¡Señor, dueño nuestro, / ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, / el ser
humano, para darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, / lo coronaste de gloria y dignidad, / le diste
el mando sobre las obras de tus manos, / todo lo sometiste bajo sus pies. R.
Rebaños de ovejas y toros, / y hasta las bestias del campo, / las aves del cielo, los
peces del mar, / que trazan sendas por el mar. R.
Lucas 24,35-48:
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y
cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas,
cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: "Paz a vosotros." Llenos de
miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: "¿Por qué os alarmáis?,
¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en
persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos,
como veis que yo tengo."
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la
alegría, y seguían atónitos, les dijo: "¿Tenéis ahí algo de comer?" Ellos le ofrecieron
un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: "Esto es lo
que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y
en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse." Entonces les abrió el
entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: "Así estaba escrito: el
Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se
predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando
por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto."
Homilía
Temas de las lecturas: Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de
entre los muertos * Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la
tierra! * Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al
tercer día
1. Obraron por ignorancia
1.1 En la primera lectura, Pedro explica el juicio y condena a muerte a Jesús como
fruto de la ignorancia. Es algo semejante a lo que oró Cristo en la Cruz,
intercediendo por sus verdugos: "perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc
23,34). Pedro aplica este atenuante de ignorancia incluso a los jefes del pueblo que
instigaban con odio reclamando la muerte de Jesús. Algo parecido nos dice Pablo en
1 Cor 2,8: si hubieran conocido la sabiduría de Dios "nunca hubieran crucificado al
Señor de la gloria".
1.2 Esta última frase de Pablo nos ayuda a entender cuál es esa ignorancia que
puede llevar a condenar a un inocente. En efecto, a uno le parece que uno nunca
condenaría a muerte a un inocente, pero eso no es tan obvio como se ve en un
primer momento. Consideremos un caso relativamente reciente. El 11 de
septiembre de 2001, el día de los atentados terroristas a objetivos civiles y
militares por medio de aviones de pasajeros, las autoridades norteamericanas
tuvieron que tomar una decisión espantosa: supongamos que sabemos que un
avión repleto de civiles inocentes ha sido tomado por terroristas que lo dirigen
hacia otro gran edificio. ¿Es lícito utilizar armamento militar para derribar ese
avión, aunque ello evidentemente implique la muerte de esos inocentes? El
presidente de los Estados Unidos de hecho determinó que sí.
1.3 Cualquiera diría que es comparativamente fácil decidir algo así en un caso tan
extremo; de todos modos, ello muestra que condenar inocentes no es algo tan
absurdo para la mente humana cuando se piensa que eso garantizara que se salvan
muchos más inocentes. Y no podemos descartar que estas eran cuentas que en
conciencia se hacían las autoridades judías mismas, como lo sugiere la frase de
Caifás: "es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la
nación perezca" (Jn 11,50). A nosotros, con todos los datos que tenemos, nos
parece insuficiente y retorcido un argumento así, pero es posible que con los datos
que ellos tenían, no pudieran fácilmente pensar de otro modo. A eso se refiere esa
"ignorancia" de la que nos hablan Pedro y Pablo.
2. La predicación esclarece
2.1 La ignorancia, sin embargo, llega a su fin por la obra de la predicación. Cristo
mismo, en el evangelio de hoy, les da primero pruebas de su resurrección: se
aparece ante ellos, pero ellos creen que es un fantasma (o un "espíritu
materializado", como enseñan hoy los Testigos de Jehová); entonces come delante
de ellos, y como esto aún parece insuficiente, es preciso llegar a lo que sigue:
"entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras". Sólo
así es posible vencer la ignorancia, y no equivocarse sobre la realidad del misterio
de la pascua de Cristo.
2.2 Lo más difícil de entender no es que Cristo está vivo, sino que es el mismo
Cristo que colgó de la Cruz. Saber que hay un mundo sobrenatural, el mundo de los
espíritus, es cosa que admiten prácticamente todas las religiones. Lo tenaz para
nuestra mente es admitir que el mismo que fue rechazado, y que lo fue en razón de
nuestros crímenes, ahora está vivo, reina y con su gracia nos da el perdón y la vida
nueva. Llegar a esa luz, o esa "sabiduría" como la llama Pablo, es cosa que requiere
de la unción que nos da el mismo Cristo.