II DOMINGO DE PASCUA. Ciclo B
LA RESURRECCIÓN COMO EXPERIENCIA DE VIDA
La Palabra: Cuando los discípulos estaban en una casa con las puertas cerradas
por miedo a los judíos, "entró Jesús, y se puso en medio de ellos" (evangelio).
1. Los relatos del evangelio sobre las apariciones manifiestan la experiencia
singular que vivieron los primeros creyentes cristianos. El punto de partida es
iniciativa del Resucitado: Jesús entró, estando cerradas las puertas y habló a los
discípulos acobardados. En el encuentro aquellos hombres experimentaron alegría,
y se sintieron llamados a transmitir a todos el evangelio del perdón. Aunque
también su experiencia de fe tuvo un proceso. A veces pensaron que el Resucitado
era fruto de su imaginación e incluso se cerraron en la racionalidad, como vemos en
el caso de Tomás que, según el evangelio, no estaba con los demás discípulos
cuando Jesús se apareció.
2. Los cristianos de todos los tiempos, también nosotros, participamos de la misma
fe de los primeros discípulos. Aunque, sin duda, ellos vivieron el encuentro con el
Resucitado de modo singular e intenso, nuestra fe es la misma que la de María
Magdalena, Pedro, Juan, Andrés y otros primeros seguidores de Jesús. También en
nuestra vida ha irrumpido lleno de vida el que por amor murió en la cruz. También
nosotros, en el proceso de nuestra fe cristiana, sufrimos la oscuridad y la duda.
Curiosamente, Tomás acepta la resurrección cuando "palpa" las señales, las
cicatrices del sufrimiento. Dios está con nosotros para vencerlo. Y esa confianza de
victoria sobre el dolor y sobre la muerte es fruto de la experiencia cristiana o
encuentro con el Resucitado.
3. El evangelio de Juan, ya escrito en la segunda generación cristiana, concluye:
"dichosos los que crean sin haber visto". La fe no se reduce a creencias o adhesión
intelectual a verdades propuestas con autoridad. La fe es más bien una relación
interpersonal que incluye sintonía, entrega, sumisión; una experiencia semejante a
la experiencia de amor. Como el proceso entre dos amantes, también el proceso de
la fe incluye momentos de duda. Pero nos puede ayudar a seguir adelante la
conversión de Tomás superando dos errores. Primero, no aceptar que las cosas
pueden cambiar; la muerte de Jesús había matado su esperanza. Segundo, no
fiarse de los otros discípulos que se habían encontrado con el Resucitado. Dos
referencias muy saludables para los cristianos de hoy.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net