II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, Ciclo B
EL CIENTÍFICO TOMÁS
Padre Pedrojosé Ynaraja
1.- Esta expresión ya se ha hecho común en el lenguaje de hoy. Los antiguos
decían: (y perdonadme el latinajo) nihil est in intellectu, quod prius non fuerit in
sensu. Algo así como: nada está en nuestra inteligencia, que antes no lo haya
estado en los sentidos. Ya los niños, no se contentan con ver las cosas, lo quieren
tocar todo, para descubrir cómo es. Pese al empeño, vosotros, mis queridos
jóvenes lectores, seguramente habréis estudiado, que los sentidos, a veces,
engañan (¿os acordáis de aquel sencillo experimento de mantener una mano
sumergida en agua a alta temperatura y la otra en un recipiente del mismo líquido,
pero casi helado, para, a continuación, meterlas en agua tibia? Una extremidad nos
informará que aquello está frío, la otra se sentirá satisfecha del calor del que goza.
No pongo otros ejemplos, que no es este lugar apropiado, pero existen otros más).
Querer comprobar, tener sentido de discreta duda, es propio del investigador. Por
eso a mí me gusta llamar a Tomás el apóstol científico.
2.- Lo habéis oído al proclamar el relato evangélico de la misa de hoy. El aprendiz
de experto, busca pruebas. A Jesús no le enoja. Seguramente que sonreiría al
dirigírsele en aquel momento. Ahora bien, el texto no nos dice que Tomás llegara a
palpar al Señor. Al contemplarlo, supo algo más de lo que quería saber. Que
coincidiera con el Maestro al que había seguido durante unos años, era poca cosa,
comparado con lo que en aquel momento descubrió. Aquel Jesús era su Señor y su
Dios. La Fe, más que demostración matemática es experiencia interior,
contemplación sincera.
3.- Desearía, mis queridos jóvenes lectores que ahora, reciente todavía el júbilo
pascual, os preguntaseis con radical sinceridad: ¿Jesús es mi Señor, o mis desvelos
los pongo en el deporte, en el dinero, en el placer…?. ¿Jesús es mi Dios, o mis
afanes los pongo en asegurarme un porvenir con dinero a mansalva, cuidar a mi
perro, gozar con mi pareja o viajar a exóticos países…?
En una palabra, en antigua expresión popular ¿semos o no semos?
4.- Preocupó el agujero en la envoltura de ozono que rodea la tierra, hoy dicen que
empequeñece, más tarde el deshielo de glaciares, sin duda acontece, pero no es la
primera vez que ocurre, sin la parcial, pero extensa, desaparición de los vegetales,
principalmente los helechos arborescentes, hoy ni tendríamos carbón, ni metano, ni
petróleo. No dudo, y me siento diminuto responsable, del cambio climático. Pienso
en ello cuando me apresuro a cerrar el grifo de agua, a no abusar de la caliente, a
para el motor de mi utilitario cuando me detengo a esperar a alguien que vendrá.
Muchos pequeños detalles los tengo presentes, pero pongo mayor vigilancia en no
ofender a Dios, en no escandalizar, en no perjudicar la vida espiritual orgánica de
mis semejantes.
6.- Reconozco que no siempre le soy fiel del todo y que en mi interior anida el
pecado, de aquí que me sienta inmensamente agradecido al Señor que cedió su
poder, en este terreno, a su Iglesia. No confieso mis pecados a un hombre como
intermediario de una gestión burocrática. Acudo a la Esposa amada de Cristo a
darle la razón a mi Dios (es lo que significa confesar. Observad que ya se ha
corregido la antigua expresión “me confieso”). Con este gesto ejerzo un acto de
higiene espiritual, que me limpia y me protege. (¿Os acordáis de aquella
propaganda de algunos limpiacristales que dicen que lustran y protegen de
ensuciarse nuevamente? Me siento tentado de daros una explicación de esta
cualidad, pero no es esta la ocasión de hacerlo, pero si deciros que depositan una
fina capa que actuará de repelente del polvo atmosférico. Así mismo, cuando
acudimos a solicitar el perdón, no solamente se nos otorga, y escuchamos
satisfechos que se nos sentencia: yo te absuelvo, sino que salimos como de un
balneario o de un buen campamento, con más defensas y nuevas capacidades.
¡Viva el científico Tomás!, que arrancó del Señor una nueva parábola, que
condecora para la Vida Eterna, ¡nuestra Fe!
Padre Pedrojosé Ynaraja