Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo de Pascua,
Semana No. 2, Miércoles
-------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo
enseñando al pueblo * Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. * Dios mandó su
Hijo para que el mundo se salve por él
Textos para este día:
Hechos 5,17-26:
En aquellos días, el sumo sacerdote y los de su partido -la secta de los saduceos-,
llenos de envidia, mandaron prender a los apóstoles y meterlos en la cárcel común.
Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas de la celda y los sacó
fuera, diciéndoles: "Id al templo y explicadle allí al pueblo íntegramente este modo
de vida."
Entonces ellos entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar. Llegó
entre tanto el sumo sacerdote con los de su partido, convocaron el Sanedrín y el
pleno de los ancianos israelitas, y mandaron por los presos a la cárcel. Fueron los
guardias, pero no los encontraron en la celda, y volvieron a informar: "Hemos
encontrado la cárcel cerrada, con las barras echadas, y a los centinelas guardando
las puertas; pero, al abrir, no encontramos a nadie dentro." El comisario del templo
y los sumos sacerdotes no atinaban a explicarse qué había pasado con los presos.
Uno se presentó, avisando: "Los hombres que metisteis en la cárcel están ahí en el
templo y siguen enseñando al pueblo." El comisario salió con los guardias y se los
trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease.
Salmo 33:
Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi boca; / mi
alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, / ensalcemos juntos su nombre. / Yo
consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes, / vuestro rostro no se avergonzará. / Si el
afligido invoca al Señor, él lo escucha / y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa / en torno a sus fieles y los protege. / Gustad y ved qué
bueno es el Señor, / dichoso el que se acoge a él. R.
Juan 3,16-21:
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno
de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo
al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha
creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz
vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran
malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz,
para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca
a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Homilía
Temas de las lecturas: Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo
enseñando al pueblo * Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. * Dios mandó su
Hijo para que el mundo se salve por él
1. Señal de Libertad
1.1 Sabemos que la mayor parte de los apóstoles murieron derramando su sangre
por Cristo. Es decir, finalmente fueron apresados en alguna parte, muchos de ellos
torturados y finalmente asesinados. Sin embargo, la primera lectura de hoy nos
presenta una liberación milagrosa, cuando un ángel les abre las puertas de la cárcel
y los invita a seguir enseñando en el templo. Cosa que parece extraña, porque al
predicar en el templo seguían junto a los que los habían capturado, de modo que
poco podía esperarse que durara su recién adquirida libertad. En efecto, el relato
termina en que los encierran nuevamente. Así que uno se pregunta para qué se
hizo un milagro tan espectacular.
1.2 El objetivo del milagro no fue evitarles penalidades simplemente. La vida de los
apóstoles fue un camino de sufrimientos y de hecho ya hemos escuchado que ellos
consideraban una bendición sufrir por Cristo y por el Evangelio. Esta liberación fue
más una señal que una solución. ¿Señal de qué? Señal ante todo de la libertad de
la Palabra. Como diciendo a aquellas autoridades: "las cadenas de ustedes jamás
detendrán el avance del Evangelio." Y así fue en realidad, como viene a demostrarlo
el resto de este libro de los Hechos.
2. Amor Revelado
2.1 La escena del diálogo con Nicodemo es el contexto literario en que Juan nos
presenta a Jesús hablando de su propia misión. Así como Lucas nos muestra a
Jesús en la sinagoga proclamando el bellísimo texto de Isaías, "el Espíritu del Señor
está sobre mí...," y hace de ese texto el "programa" del ministerio de Nuestro
Señor, así aquí Juan, también muy al comienzo de su propio relato, nos presenta el
"programa" de Jesús en el ambiente de un diálogo con el gran maestro de la ley
judía. El propósito es doble: situar a Jesús frente a las preguntas y búsquedas de
los judíos de aquel tiempo y a la vez introducir el lenguaje que nos servirá para leer
los signos de Jesús a lo largo de todo este evangelio.
2.2 El punto central en las palabras del Señor en el pasaje del evangelio de hoy es
la fe, es el hecho de creer. Aquel que cree en el Hijo alcanza salvación y vida
eterna; "el que no cree, ya está condenado." No creer es preferir la tiniebla, y por
eso trae condenación; creer, en cambio, es acoger la luz, es no temer la verdad.
Estas son las palabras básicas que habremos de necesitar para irnos adentrando en
el evangelio de Juan.