EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 24,35-48.
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan.
Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y
les dijo: "La paz esté con ustedes".
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu,
pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas?
Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene
carne ni huesos, como ven que yo tengo".
Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.
Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero
Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?".
Ellos le presentaron un trozo de pescado asado;
él lo tomó y lo comió delante de todos.
Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario
que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y
en los Salmos".
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras,
y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos
al tercer día,
y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la
conversión para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de todo esto.
comentario del Evangelio por
San Agustín (354-430), obispo de Hipona( África del Norte) y doctor de la
Iglesia
Sermón 238
¿Por qué tenéis estos pensamientos?
Este pasaje del Evangelio... nos muestra verdaderamente quién es
Cristo y verdaderamente quién es la Iglesia..., para que comprendamos
bien a qué Esposa este divino Esposo escogió y quién es el Esposo de esta
Esposa santa... En esta página podemos leer su acta de matrimonio...
Supiste que Cristo era el Verbo, la Palabra de Dios, unido a un alma
humana y con un cuerpo humano... Aquí, los discípulos creyeron ver un
espíritu; no creían que el Señor tenía un cuerpo verdadero.
Pero como el Señor conocía el peligro de tales pensamientos, se apresura a
arrancarlos de su corazón: "¿por qué estos pensamientos invaden vuestro
corazón? Ved mis manos y mis pies; tocad y ved que un espíritu no tiene
carne ni hueso como vosotros veis que yo tengo". Y tú, a estos mismos
pensamientos vanos, opón con firmeza la regla de fe que recibiste...
Cristo es verdaderamente el Verbo, el Hijo único igual al Padre, unido
a un alma verdaderamente humana y con un cuerpo verdadero limpio de
todo pecado. Este es el cuerpo que murió, este cuerpo el que resucitó, este
cuerpo el que fue clavado a la cruz, este cuerpo el que fue depositado en la
tumba, este cuerpo el que está sentado en los cielos.
Nuestro Señor quería persuadir a sus discípulos de que lo que veían,
verdaderamente eran huesos y carne... ¿Por qué quiso convencerme de
esta verdad? Porque sabía, hasta qué punto es para mí un bien creerlo y
cuánto tenía que perder si no creía en esto. Creed pues, también
vosotros:¡Este es el Esposo!
Escuchemos ahora, lo que dijo concerniente a la Esposa...: "Hacía falta
que Cristo sufriera y que resucitara de entre los muertos al tercer día, y
que se proclame en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los
pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén". He aquí la
Esposa: la Iglesia extendida por toda la tierra, que acogió a todos los
pueblos en su seno... Los apóstoles veían a Cristo y creían en la Iglesia,
que no veían. Nosotros vemos la Iglesia; creamos pues en Jesucristo, que
no vemos, y atándonos así a lo que vemos, alcanzaremos lo que todavía no
vemos.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”