Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo de Pascua,
Semana No. 3, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Siguió su viaje lleno de alegría * Aclamad al Señor, tierra
entera. * Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
Textos para este día:
Hechos 8,26-40:
En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a Felipe: "Ponte en camino hacia el Sur,
por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto." Se puso en camino y,
de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de
Etiopía e intendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de
vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe: "Acércate y pégate a la carroza." Felipe se acercó
corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó: "¿Entiendes lo que estás
leyendo?" Contestó: "¿Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?" Invitó a Felipe a
subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste:
"Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no
abría la boca. Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino?
Lo arrancaron de los vivos." El eunuco le preguntó a Felipe: "Por favor, ¿de quién
dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?" Felipe se puso a hablarle y, tomando
pie de este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. En el viaje llegaron a un sitio
donde había agua, y dijo el eunuco: "Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me
bautice?" Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, y Felipe lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no
volvió a verlo, y siguió su viaje lleno de alegría. Felipe fue a parar a Azoto y fue
evangelizando los poblados hasta que llegó a Cesarea.
Salmo 65:
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, / haced resonar sus alabanzas, / porque él nos
ha devuelto la vida / y no dejó que tropezaran nuestros pies. R.
Fieles de Dios, venid a escuchar, / os contaré lo que ha hecho conmigo: / a él gritó
mi boca / y lo ensalzó mi lengua. R.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica / ni me retiró su favor. R.
Juan 6,44-51:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el
Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los
profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el que escucha lo que dice el Padre
y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede
de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy
el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste
es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el
pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el
pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo."
Homilía
Temas de las lecturas: Siguió su viaje lleno de alegría * Aclamad al Señor, tierra
entera. * Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
1. Enseñanzas de vida
1.1 Podemos aprender muchas cosas de la escena que nos ofrece la primera lectura
de hoy.
1.2 El dignatario etíope va leyendo la Escritura. Pero necesita ayuda y guía para
entender el sentido de lo que lee. En contra de los que hablan de la "sola Biblia", la
Biblia nos muestra que la comprensión de su sentido no es algo automático ni
obvio, sino el resultado de integrarse en el sentir de la comunidad de creyentes. O
dicho de otra manera: la Iglesia es el lugar natural de comprensión de la Biblia.
1.3 Un Ángel de Dios y luego el Espíritu Santo van guiando al diácono Felipe. La
misión de los evangelizadores, incluso cuando los vemos solos y casi abandonados
nunca es una tarea en soledad. Aunque la tierra tenga desiertos y montes, que no
dejan ver la obra de los que predican el Reino, todo está patente a la mirada de los
cielos.
1.4 Es el Espíritu Santo quien le dice: "Acércate y ponte junto a esa carroza". La
salvación de cada hombre es así también un acto de elección, un acto de
predilección y ternura con que el Espíritu de Dios mueve a los evangelizadores para
que hablen y mueve a los evangelizados para que escuchen y acojan lo que se les
habla.
1.5 El bautismo del etíope sucede de manera inesperada, casi informal. Acontece
como un regalo más que rompe el camino de su carroza y de su vida. Estemos
también nosotros dispuestos a que nuestros planes sean cambiados. Las normas y
rituales son importantes pero no son un absoluto. El Dios que nos salvó tan
admirablemente, sobrepasando toda expectativa y todo límite de la Ley Antigua,
tiene derecho a introducir su "santo desorden" y a abrir caminos que no conocemos
ni podemos entender a primera vista.
2. Mi Pan es su Carne
2.1 El evangelio de hoy nos invita a dar un paso más en la comprensión del
misterio del Cristo vivo. Su carne es nuestro pan; su carne es nuestro alimento; su
carne es nuestra resurrección.
2.2 Jesús, en efecto, repite varias veces en este capítulo sexto de Juan: "yo lo
resucitaré...". La resurrección es la palabra, la única palabra, que se levanta frente
a la palabra de la muerte. El canto de la vida responde al aullido de la muerte en el
día de la Pascua de Cristo. Y ese canto es la misma melodía que le da ritmo a la
vida que ya llevamos en esta tierra.
2.3 Así pues, "yo le resucitaré" significa: "en esa historia la victoria es mía y no de
la muerte; yo triunfaré en esa existencia que está llamada a perdurar y no a
hundirse en el vacío ni en las garras del enemigo". El acto sublime de darnos su
carne es entonces la manera de introducir su victoria en el ámbito de nuestra vida.