“Vayan por todo el mundo, anuncien el Evangelio a toda la creación”
Mc 16, 15-18
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR ES EL CORONAMIENTO DE SU RESURRECCIÓN
Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de
Dios. Es la entrada oficial en la gloria que correspondía al Resucitado después de las
humillaciones del Calvario; es la vuelta al Padre anunciada por él en el día de Pascua: “Subo a
mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios” (Jn O, 17). Había dicho a María
Magdalena. Y a los discípulos de Emaús: No era preciso que el Mesías padeciese esto y
entrase en su gloria” (Lc 24, 26). Tal modo de expresarse indica no sólo una vuelta y una gloria
futuras, sino inmediatas y ya presentes en cuanto estrechamente ligadas a la Resurrección. Sin
embargo, para confirmar a los discípulos en la fe, era necesario que esto sucediese de manera
visible, como se verificó cuarenta días después de la Pascua.
Los que habían visto morir al Señor en la cruz entre insultos y burlas, debían Ser los testigos de
su exaltación suprema a los cielos. (Comentario de Intimidad Divina, Padre Gabriel de SMM
ocd.)
ORACION
Oh Señor, como cristianos estamos llamados a participar de todo el misterio de Cristo y por lo
tanto también de su glorificacin. El mismo Seor nos lo había dicho: “Voy a prepararos el
lugar. Y cuando yo me haya ido..., volveré y os tomaré conmigo, para que donde yo estoy
estéis también vosotros” (Jn 14, 2-3). Por eso Señor, tu Ascensión a los cielos, constituye por
lo tanto un gran argumento de esperanza para todos nosotros los hombres que en esta
peregrinación terrena se siente desterrado y sufre alejado de Dios. Esta es la esperanza que
San Pablo invocaba para los Efesios y quería que estuviera siempre viva en sus corazones: “El
Dios de nuestro Señor Jesucristo y Padre de la gloria..., ilumine los ojos de vuestro corazón,
para que entendáis cuál es la esperanza a que os ha llamado” (Ef 1, 17-18). Amen