EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Cuarto Domingo de Pascua B
Libro de los Hechos de los Apóstoles 4,8-12.
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "Jefes del pueblo y ancianos,
ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue
curado,
sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de
ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes
crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos.
El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la
piedra angular.
Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual
podamos alcanzar la salvación".
Salmo 118(117),1.8-9.21-23.26.28.29.
¡Aleluya!
¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
Es mejor refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres;
es mejor refugiarse en el Señor
que fiarse de los poderosos.
Yo te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto ha sido hecho por el Señor
y es admirable a nuestros ojos.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor:
Tú eres mi Dios, y yo te doy gracias; Dios mío, yo te glorifico.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
Epístola I de San Juan 3,1-2.
¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros
lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a
él.
Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha
manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es.
Evangelio según San Juan 10,11-18.
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas,
cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también
conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de
recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre".
Comentario del Evangelio por
San Basilio de Seleucia (?-v. 468), obispo
Oración 26; PG 44, 129
«Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas y ellas me conocen»
Miremos a nuestro pastor, Cristo... Se regocija con las ovejas que están
cercanas a él y va en busca de las extraviadas. No teme montes y bosques; recorre
barrancos hasta llegar a la oveja perdida. Y aunque la encuentre en estado
lastimoso, no se encoleriza, sino llevado por la compasión, la toma sobre sus
hombros y, de su propio cansancio, cura la oveja cansada (Lc 15,4s)... Con razón
Cristo proclama: "Yo soy el Buen Pastor, busco la oveja perdida, recupero a la
extraviada, vendo a la que está herida, curo a la que está enferma» (Ez 34,16). He
visto al rebaño de los hombres agobiado por la enfermedad; he visto a mis
corderos descender al lugar de los demonios; he visto a mi rebaño despedazado por
los lobos.
He visto ésto y no lo he visto desde lo alto. Por eso tomé la mano desecada,
atrapada por el mal, como por un lobo; desaté aquello que la fiebre había atado;
hice ver a aquellos, cuyos ojos permanecieron cerrados desde el seno de su madre;
saqué a Lázaro de la tumba, donde yacía desde hacía cuatro días (Mc 3,5; 1,31; Jn
9; 11). «Porque soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por sus ovejas "...
Los profetas conocieron a este pastor, ya que antes de su Pasión, anunciaban lo
que iba a venir: "Como cordero, llevado al matadero; como oveja ante el
esquilador, no abría la boca" (Is 53,7). Como una oveja, el pastor ofreció su
garganta por sus ovejas... Por su muerte, remedia a la muerte; por su tumba, vacía
las tumbas...
Las tumbas son pesadas y la prisión está cerrada, mientras el pastor,
desciende de la cruz, no viene para llevar a sus ovejas apresadas la alegre noticia
de su liberación. Lo vemos en los infiernos donde da la orden de liberación (1P
3,19); lo vemos llamar de nuevo a sus ovejas, llamarlas por su nombre y llevarlas
de la estancia de los muertos a la vida. "El buen pastor da su vida por sus ovejas".
Así es como se propone ganar el afecto de sus ovejas, y a las que saben oír su voz
las ama Cristo..
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”