Comentario al evangelio del Lunes 07 de Mayo del 2012
Queridos amigos y amigas:
¡Feliz lunes de la quinta semana de Pascua! Deseo que este tiempo os esté regalando experiencias
pascuales para actualizar la fe y resucitar el amor y la esperanza.
Y, para tener más vida, ya está aquí y resuena la promesa del Espíritu Santo. Es hora de ponerse a al
escucha del Paráclito. Él es quien actualiza la palabra de Jesús, su enseñanza, el sendero que lleva a
acoger el amor del Padre. Él prepara la morada humana que recibe al Dios uno y trino. Él nos va
haciendo conscientes del Evangelio entre líneas que escribió Jesús con su vida, muerte y resurrección.
Este es el Evangelio que predican Pablo y Bernabé. Aunque la predicación les juega malas pasadas. En
este caso un modo de persecución no de las personas, sino del mensaje. Considerar a Bernabé y a
Pablo “dioses en figura de hombres” destruye el mensaje que quieren transmitir los apóstoles. Es una
tentación que se da no pocas veces. No sólo en quien predica, sino en cualquier cristiano que se
preocupa sanamente por trasmitir su fe: “si me consideran ‘el mejor’, ‘el más comprometido’, ‘el
más inteligente’, ‘el más brillante’, ‘el de más talento’ o ‘el más sencillo y humilde’ podré dar buen
testimonio de Jesús y llegar a mucha gente”. Poned estas palabras u otras parecidas. Hay que reconocer
que es una miel tentadora. Pero sería como quedarse en los hosannas de la entrada de Jesús en
Jerusalén, sin leer el resto de los relatos de la pasión-resurrección. Y todos sabemos que los hosannas
callan pronto –además provocan adicción- y que lo que permanece es la vida nueva en la resurrección,
para lo cual hay que pasar por la cruz. No queramos ser más que nuestro Maestro, para que Dios se
digne morar en nosotros y seamos asamblea de vida.
Vuestro hermano,
Luis Ángel de las Heras, cmf
Luis Angel de las Heras, cmf