Miércoles de la semana 6 de Pascua
El Espíritu Santo es maestro de la Verdad que buscamos, que hemos de propagar
como vemos que hace san Pablo.
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Mucho tengo todavía
que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de
la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su
cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él
me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo
lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo
anunciará a vosotros» (Jn 16,12-15).
1. Jesús lleva a los discípulos hasta la Verdad plena, completando sus enseñanzas y
dándoles a conocer las realidades futuras: “ Cuando venga Él, el Espíritu de la
Verdad, os guiará hasta la verdad plena, pues lo que hable no será suyo:
hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir”. Esta verdad interior
irá abriéndose en nuestra vida y la historia. Santa Teresa de Jesús fue muy
atacada, y ante las acusaciones (que podían costarle cárcel y torturas) dice: “no lo
miro como alguien que desea mi mal, sino como un ministro de Dios Nuestro Señor,
escogido por el Espíritu Santo como intermediario para hacerme el bien y ayudarme
a realizar mi salvación. Creedme, la lanza mejor y más fuerte para conquistar el
cielo es la paciencia. Ella es la que hace al hombre poseedor y dueño de su propia
alma, como dijo Nuestro Seor a sus Apstoles…” y le pedimos al Espíritu de
Verdad cono la santa: que te vea como Señor de la historia, que vas abriéndome a
Jesús, para que así como Él no "hace nada por sí mismo", yo también esté
íntimamente unido al Padre, por Jesús, sin preocuparme por tantas cosas de la
vida, que si Tú las permites serán para mí ocasiones de merecer. “ Todo lo que
tiene el Padre es mío (Jn 16,15) . Es el Espíritu Santo quien nos hace entender
las cosas buenas, hacer el bien, seguir a Jesús…
2. Atenas en la antigüedad, con su medio millón de habitantes (dos tercios son
esclavos y pobres), es la ciudad cosmopolita, mezcla de toda raza, centro de la
cultura antigua (pero sin ser brillante como en los tiempos de Aristóteles y Platón).
Señor, que sepa yo también, como Pablo, llevar tu nombre a tantos ambientes,
como los nuevos Aerpagos como internet: “ Entonces Pablo, de pie en medio
del Areópago, dijo: Atenienses, en todo veo que sois más religiosos que
nadie, pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados he
encontrado también un altar en el que estaba escrito: Al Dios desconocido.
Pues bien, yo vengo a anunciaros lo que veneráis sin conocer ”. Que sepa
hablar de ti, Dios mío, “ Señor del cielo y de la tierra ”, que fijas “ las edades de
su historia ” que sepa mostrarte como Quien “ no está lejos de cada uno de
nosotros, ya que en Él vivimos, nos movemos y existimos ”, usando el
lenguaje del mundo, como les dice a los griegos: “ como han dicho algunos de
vuestros poetas: Porque somos también de su linaje ”. El otro día leímos en el
colegio la escena del “becerro de oro” y Moisés. Al preguntar a los nios qué era un
“ídolo”, respondían: “un dios falso”. Y al pasar a comentar si eran ídolos (en otra
acepción de la palabra) los jugadores de fútbol como Ronaldo o Messi, veían que no
podemos tomarnos tan en serio un deporte, como si fuera una religión. Señor, te
pido que no me impida verte ni el dinero ni tantas cosas de la tierra. También te
pido hacer como Pablo en este su su discurso más largo, darte a conocer usando el
diálogo con el pensamiento que hay en mi mundo: buscar lo que une y buscar la
verdad. Pero que no deje de dar testimonio, y hable como él de la « resurrección
de los muertos », aunque muchos no le escuchan ya, algunos se convirtieron (Hch
17,15.22-18,1). Señor, que antes que el miedo al qué dirán, a la ruptura, al juicio
de los hombres, busque tu juicio… que sea éste mi “éxito”.
«La Iglesia Católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y
verdadero.... Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los
preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa
y enseña, aportan sin embargo, no pocas veces, un destello de aquella Verdad que
ilumina a todos los hombres» (Vaticano II). Justino siguió este camino del diálogo
con el pensamiento pagano, llegando a decir que “los que cumplieron lo que
universal, natural y eternamente es bueno fueron agradables a Dios, y se salvarán
por medio de Cristo en la resurrección, del mismo modo que los justos que les
precedieron”, pues ahí está Dios, como coment Agustín: “Tú, Dios mío, estabas
dentro de mí, más interior que lo más íntimo mío y más elevado que lo más
excelente mío” (san Francisco de Sales insistirá mucho en esta línea).
Es necesario el “conocimiento” que buscan los griegos, pero eso no es lo más
importante; Pablo dirá “ los griegos buscan sabiduría; nosotros en cambio
predicamos a Cristo crucificado… necedad para los gentiles ”. Pedimos al
Espíritu de Verdad, en preparación a su fiesta: ayúdame a juzgar las cosas que me
ocurren, y las del mundo, no con la cabeza sino contigo, lo que llamamos sinergia,
tú y yo trabajando juntos . Que sepa verte en la historia y en mi vida, que sepa ver
como instrumentos a los demás y todo lo que me pasa, que todo conduce al bien
cuando estoy contigo. Dame para eso tus dones: el entendimiento (inteligencia) y
la ciencia (para conocer lo que se refiere a ti), el consejo (para juzgar bien) y la
sabiduría (la salvación), la piedad (sentirme hijo de Dios) y la fortaleza (sobre todo
la paciencia, la forma más alta, y perseverar con constancia) y el temor (por amor,
solo miedo de apartarme de Ti).
3. En estos 10 días que mañana comenzamos como preparación a tu fiesta,
queremos seguir alabando contigo, Espíritu Santo, a Dios Padre, con las palabras
del Salmo: “ Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria… Alabad al Señor en
el cielo, alabad al Señor en lo alto, alabadlo todos sus ángeles … Reyes y
pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños» (Salmo 148,1-2.11-12-14). Señor, me uno a este
cántico que te hacen todas las criaturas, todo el cosmos. Una vez, había un chico
tan negativo al que llamaban de broma “electrn” (por la carga negativa que lleva
esa partícula). Él entendió que tenía que mejorar, y la forma era agradecer lo
bueno de los demás, de los dones que Dios nos da… así quiero alabarte yo también,
Seor, y al ver las cosas buenas, tener la carta positiva de un “positrn”, porque
todo es bueno cuando se está contigo.
Llucià Pou Sabaté