Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo de Pascua,
Semana No. 6, Sábado
-------------------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas : Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías
* Dios es el rey del mundo. * El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y
creéis
Textos para este día:
Hechos 18,23-28:
Pasado algún tiempo en Antioquía, emprendió Pablo otro viaje y recorrió Galacia y
Frigia, animando a los discípulos. Llegó a Éfeso un judío llamado Apolo, natural de
Alejandría, hombre elocuente y muy versado en la Escritura. Lo habían instruido en
el camino del Señor, y era muy entusiasta; aunque no conocía más que el bautismo
de Juan, exponía la vida de Jesús con mucha exactitud.
Apolo se puso a hablar públicamente en la sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y
Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con más detalle el camino de Dios.
Decidió pasar a Acaya, y los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de
allí que lo recibieran bien. Su presencia, con la ayuda de la gracia, contribuyó
mucho al provecho de los creyentes, pues rebatía vigorosamente en público a los
judíos, demostrando con la Escritura que Jesús es el Mesías.
Salmo 46:
Pueblos todos, batid palmas, / aclamad a Dios con gritos de júbilo; / porque el
Señor es sublime y terrible, / emperador de toda la tierra. R.
Porque Dios es el rey del mundo: / tocad con maestría. / Dios reina sobre las
naciones, / Dios se sienta en su trono sagrado. R.
Los príncipes de los gentiles se reúnen / con el pueblo del Dios de Abrahán; /
porque de Dios son los grandes de la tierra, / y él es excelso. R.
Juan 16,23b-28:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Yo os aseguro, si pedís algo al Padre
en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid,
y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en
comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os
hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo
rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me
queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez
dejo el mundo y me voy al Padre."
Homilía
Temas de las lecturas: Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías
* Dios es el rey del mundo. * El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y
creéis
1. Mirando hacia Jesucristo
1.1 El episodio de este predicador itinerante, Apolo, podría parecer un simple
accidente o una anécdota. En realidad ilustra una verdad muy importante: todo el
Antiguo Testamento miraba hacia Jesucristo.
1.2 Apolo, incluso con su instrucción incompleta, ha llegado a entender que los
términos de la antigua alianza quedaban como en suspenso y que sólo podrían
encontrar conclusión en los hechos y dichos de Jesús de Nazareth.
1.3 Sin embargo, algo le faltaba a este hombre, con toda su elocuencia. ¿Qué
específicamente? El texto no lo dice. Nos habla de una especie de profundización o
de mayor precisión. Hay una ligera pista, sin embargo: al llegar a Acaya, Apolo
animó a los que "por gracia habían creído." Es tal vez una indicación de la nueva
ruta que tomó la predicación de Apolo, más orientada ahora hacia la gracia y la fe.
2. Unidos al Hijo
2.1 En el evangelio encontramos expresiones sublimes del amor de Dios manifiesto
en la voz entrañable de Jesucristo. Este es un texto para contemplar en adoración y
gratitud inacabables. Ya conocíamos por los sinópticos aquella promesa
maravillosa: "pidan y se les dará" (Mt 7,7). Adquiere un nuevo tono en el momento
de la cena de despedida. Cuando parece que se aleja y no hay modo de retenerlo,
un modo muy suyo de asegurar que está cercano es darnos el secreto de su
"Nombre": pidan "en mi Nombre," les dice (Jn 16,24).
2.2 Todo este pasaje habla en verdad de unidad con el Hijo. ¿Habíamos oído cosa
tan hermosa como "no es necesario que les diga que yo voy a interceder ante el
Padre por ustedes, porque el Padre mismo los ama"? ¡Casi parece que Él se quita
sólo por asegurarnos hasta dónde estamos ya en Él y Él en nosotros!
2.3 Esta unidad ha de ser asegurada precisamente por la frase que oímos al final.
Es la hora de las revelaciones decisivas y Cristo declara la verdad de su propia
misión. Hay una salida desde el Padre hacia el mundo y una salida desde el mundo
hacia el Padre. Ahí está dicho todo. No es un accidente. No es tampoco el puro
resultado de las maquinaciones de sus enemigos. Hay un plan, que no por
misterioso es menos real, y ese plan atraviesa cada fibra del universo para
levantarlo todo en ofrenda a la gloria del Padre.
Fr. Nelson Medina, O.P.