Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 8, Miércoles
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Os rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero
sin defecto * Glorifica al Señor, Jerusalén. * Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y
el Hijo del hombre va a ser entregado
Textos para este día:
1 Pedro 1,18-25:
Queridos hermanos: Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido
de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la
sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación
del mundo y manifestado al final de los tiempos por vuestro bien. Por Cristo
vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así
habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.
Ahora que estáis purificados por vuestra obediencia a la verdad y habéis llegado a
quereros sinceramente como hermanos, amaos unos a otros de corazón e
intensamente. Mirad que habéis vuelto a nacer, y no de una semilla mortal, sino de
una inmortal, por medio de la palabra de Dios viva y duradera, porque "toda carne
es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, la flor se cae; pero
la palabra del Señor permanece para siempre". Y esa palabra es el Evangelio que os
anunciamos.
Salmo 147:
Glorifica al Señor, Jerusalén; / alaba a tu Dios, Sión: / que ha reforzado los cerrojos
de tus puertas, / y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.
Ha puesto paz en tus fronteras, / te sacia con flor de harina. / Él envía su mensaje
a la tierra, / y su palabra corre veloz. R.
Anuncia su palabra a Jacob, / sus decretos y mandatos a Israel; / con ninguna
nación obró así, / ni les dio a conocer sus mandatos. R.
Marcos 10,32-45:
En aquel tiempo, los discípulos iban subiendo camino de Jerusalén, y Jesús se les
adelantaba; los discípulos se extrañaban, y los que seguían iban asustados. Él tomó
aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: "Mirad,
estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos
sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles,
se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días
resucitará."
Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: "Maestro,
queremos que hagas lo que te vamos a pedir." Les preguntó: "¿Qué queréis que
haga por vosotros?" Contestaron: "Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu
derecha y otro a tu izquierda." Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces
de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo
me voy a bautizar?" Contestaron: "Lo somos." Jesús les dijo: "El cáliz que yo voy a
beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar,
pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está
reservado."
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús,
reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los
pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que
quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de
todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y
dar la vida en rescate por todos."
Homilía
Temas de las lecturas: Os rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero
sin defecto * Glorifica al Señor, Jerusalén. * Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y
el Hijo del hombre va a ser entregado
1. Autoestima, al modo cristiano
1.1 Hace ya varias décadas que los psicólogos nos han convencido de la
importancia de la autoestima. Una persona que no se valora o que se desprecia
finalmente encuentra la vida insoportable, y la hace insoportable a los demás. Con
toda razón hoy se trabaja mucho para que los niños, ya desde temprana edad,
descubran sus propios talentos y aprendan a quererse, de modo que las dificultades
de la vida no sean la muerte sino el acicate de sus sueños.
1.2 El problema, sin embargo, es que ese modo unilateral de cultivar la autoestima
lleva fácilmente al egoísmo, al capricho y a que cada cual se haga una moral a su
medida y gusto. En muchos países del llamado primer mundo se da entonces un
fenómeno de "narcisismo" que tiene secuelas de aislamiento, capricho, infantilismo
y de terrible indiferencia frente al dolor ajeno. Parece que hemos pasado de un
extremo al otro: de gente que se despreciaba todo el tiempo, por que sentía que no
valía nada, a gente que se quiere mucho, muchísimo, pero se quiere mal, se quiere
de un modo idólatra y materialista.
1.3 La autoestima tiene su clave cristiana en la primera lectura de hoy. Pedro nos
enseña el propio valor: Sangre de Cristo se pagó por nosotros. Cada uno de
nosotros, en realidad cada ser humano, ha adquirido el derecho de decir: "Valgo lo
que vale la sangre del Unigénito de Dios."
1.4 Tantísimo valor, sin embargo, no lleva a la vanidad o el narcisismo, porque el
que se sabe valioso con precio del sacrificio del Hijo de Dios, sabe que ese
despliegue de amor no sólo me muestra quién soy sino quién estoy llamado a ser:
ese amor no queda afuera de mí sino que transforma mi propio concepto sobre lo
que significa y lo que implica vivir. Ser valioso implica entonces estar dispuesto a
reconocer el valor de cada uno de los que son valiosos.
2. La Búsqueda Humana de la Gloria
2.1 El pasaje del evangelio de hoy nos habla de valer y de valor en una clave
distinta: la gloria. Estas son las palabras de la petición que hacen los hijos de
Zebedeo: "Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu
izquierda." Para ellos es evidente que Jesús va camino de la gloria y están ansiosos
por asegurar sus puestos.
2.2 Jesús, por su parte, les hace ver de inmediato la distancia entre los
pensamientos de ellos y el camino de obediencia y amor que él mismo sigue. Su
réplica es: "No saben lo que piden." Hay varios modos, todos saludables, de
entender estas palabras.
2.3 Aquellos apóstoles no sabían lo que pedían porque desconocían el camino que
llevaba a esa gloria. Esta interpretación brota espontánea del texto escuchado.
Cristo les dice: "¿Pueden beber el cáliz que yo voy a beber, o recibir el bautismo
con que seré bautizado?" Ellos querían el premio pero desconocían el rigor de la
batalla.
2.4 Otra interpretación tiene que ver con el sentido mismo de aquella "gloria."
Hemos dicho que la gloria divina es la manifestación de la verdad de Dios. Es algo
incomparable, como lo es Dios mismo. Nada se parece a Dios mostrándose en su
esplendor y victoria definitiva. Estos Zebedeos se imaginaban las cosas según
parámetros que hoy nos parecen muy estrechos. Pensaban quizá en un gran desfile
militar o en una sala adornada ricamente, cuando la corte se restaurara en todos su
esplendor en Jerusalén. Y querían estar allí, en esa sala o ese desfile. Todo eso
parece ridículo. Pero de seguro no es menos ridículo lo que nosotros nos
imaginamos que significa "ser importante." Lo verdaderamente importante es ser
de Dios, pero esto sólo con trabajo lo descubrimos, y el camino para descubrirlo es
el camino mismo de Cristo, hasta la cruz, el sepulcro y finalmente la pascua y la
gloria.
Fr. Nelson Medina, O.P.