A SCENSIÓN DEL S EÑOR (C ICLO "B")
+ C RISTO “subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre”
El mismo que cargó con nuestros pecados y estuvo colgado de la Cruz, ahora está
lleno de gloria para siempre, y es Rey y Señor del Universo.
Si todas las fiestas del Señor son nuestras, esta es especialmente nuestra :
Compartimos la dignidad de Jesús: lleno de gloria junto al Padre, sigue siendo
verdadero hombre , “uno de nosotros”, y nos comunica lo que Él es y tiene en
esta condición gloriosa ( “los llamo amigos ...” ). Se hizo uno de nosotros para
poder cargar con nuestros pecados, y continúa siendo uno con nosotros para poder
darnos su gloria y su vida divina.
En Su Cuerpo (la Iglesia), Cristo es la Cabeza, nuestra Cabeza, que ya está
en el Cielo . Por eso San Pablo dice que con respecto a Cristo estamos “con-
resucitados... con-subidos... co-reinando”... Lo cual nos hace ver el valor infinito de
nuestra vida a los ojos de Dios Padre: como en un cuerpo, todos los órganos tienen
su importancia; y la reciben de la persona a la que pertenecen.
Pues bien, nosotros somos miembros de Cristo.
Tan unidos a Él estamos, que podemos decir que hay algo nuestro que ya ha
alcanzado el cielo.
Por lo tanto, nadie sufre inútilmente: Dios toma en cuenta seriamente
nuestras lágrimas, dolores, preocupaciones... son sufrimientos de Cristo , que Él
sigue padeciendo en los miembros de su Cuerpo, es decir nosotros... Todo lo que
hacemos tiene resonancia en el Cielo. Si trabajamos lo hacemos con Cristo; si
sufrimos... si rezamos... si hacemos el bien... y si pecamos, “manchamos” a Cristo en
su Cuerpo.
Compartimos la misión de Jesús: salir por todo el mundo a llevar la Buena
Noticia a toda la Creación. Jesús enviado por el Padre, ahora nos envía a
nosotros, por eso hoy es la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales:
¡Qué necesidad tenemos hoy de la Buena Noticia en la T.V., en las propagandas,
programas, imágenes, expresiones! Ellos deben ser instrumentos de la Verdad,
Buena-Noticia , y no de la mentira, la difamación, el poder, y cualquier otro tipo
de pecado. Y esto también depende de nosotros... Lo cual implica tener criterios ...
La Buena-Noticia es Salvación, que no puede ni debe quedar encerrada en
lo secreto del corazón, sino que debe traducirse en un nuevo estilo de vida: actitud
frente a las cosas (medios, no fines), frente a la sociedad ; frente a Dios ... Se trata de
transformar el mundo . No sólo el corazón del hombre sino “toda la creación” .
Cristo no es solamente Cabeza de la humanidad salvada por su Sangre, sino
que es el punto en el que se apoya toda la creación . Si en un mundo dominado por
el pecado las cosas sirven para la injusticia, para el vicio, para el placer deshonesto ;
en un mundo que es redimido y vive intensamente la Buena Noticia todas estas cosas
se orientan hacia Dios y según la voluntad de Dios . En un mundo empecatado, las
cosas dominan al hombre y lo destruyen; pero en el mundo salvado por Cristo, las
cosas están al servicio del hombre y dan gloria a Dios .
Compartimos su poder : los prodigios que confirman la fuerza del mensaje (según
la palabra del Ev). Cristo da su poder a sus discípulos. ¿Misión grande por
realizar? Sí, pero poder inmenso .
Nadie está sólo y sin fuerzas a la hora de misionar (que es decir evangelizar,
salvar), porque Cristo está siempre acompañándolo y dándole la fuerza del
Espíritu Santo (soy testigo... preguntar también a los misioneros, sacerdotes y
laicos). A veces con milagros indiscutibles... y siempre, aunque no haya cosas
extraordinarias ni espectaculares, el poder que la Iglesia ejerce cada día: consagrar y
perdonar.
También juzgamos con Cristo: el Juicio Final comienza ya con nuestras
elecciones cotidianas. Para nosotros y para los que reciben el Evangelio que
predicamos, que siempre suscita adhesión o rechazo, salvación o condenación,
Vida o muerte... ¡Que responsabilidad la nuestra! “Sangre que se derrama por
vosotros y por todos los hombres...” Cristo no quiere que se pierde ninguno .
Unidos a Cristo por la fe y el amor, por la oración y los sacramentos, podemos ser
verdaderos testigos de la Salvación de Dios.
La Ascensión es nuestra fiesta: Cristo, nuestro Salvador y Amigo es elevado a la
gloria que le corresponde como Hijo de Dios, y ocupa su lugar a la derecha del
Padre. Desde allí sigue unido a nosotros: nos da su vida divina, la gloria mas
grande, y así comenzamos a subir al Cielo junto a Él. Es la fiesta de Cristo-
Cabeza, y por eso mismo es la fiesta de su Cuerpo, de sus miembros, de nosotros.
Fiesta que nos recuerda la responsabilidad de la evangelización : Cristo nos
envía a salvar a todos los hombres, y por eso nos comunica su fuerza y su poder.
Recibamos el mandato del Señor, que nos dice hoy por la Iglesia:
“El Cielo ha comenzado / vosotros sois mi cosecha / el Padre ya os ha
sentado / conmigo a su derecha // Partid frente a la aurora / salvad a todo el que
crea / Vosotros marcáis mi hora / comienza vuestra tarea.
Amén.
Padre Dr. Juan Pablo Esquivel