Memoria. San Bernabe, Apostol (11 de Junio)
Modelo de apóstol, hombre de bien y de fe
“Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos,
resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo
recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en
vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni
bastón; porque el obrero merece su sustento. «En la ciudad o pueblo en
que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que
salgáis. Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella
vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros” (Mateo
10,7-13).
1. Jesús, acabas de elegir a doce discípulos que representan al nuevo Israel. Los
envías al mundo dándoles unas recomendaciones previas: que se limiten, por el
momento, a las ovejas de Israel, esto es, a remediar los males del pueblo que
atraviesa una situación grave de abandono y descuido por parte de los pastores o
maestros. Que ha llegado el reino de Dios debe notarse porque la gente
comienza a liberarse, gracias a ellos, de la enfermedad (dolor físico), de la
muerte (que acaba con toda vida), de la lepra (que separa de Dios y de los
seres humanos) y de los demonios (símbolo de la ideología opresora que
esclaviza al ser humano por dentro) . Enseñas de lo que tú nos das con tu vida,
Jesús. Nada del dios-dinero…, les prohíbes procurarse oro, plata o monedas, esto
es, dinero como base de seguridad. Ni llevar dos túnicas (imagen de riqueza), ni
bastón (símbolo de violencia). Y que no anden cambiando de casa para mejorar su
situación. Pobres, por elección y convicción, deben confiar en que no les faltará el
sustento necesario. Será la solidaridad de los otros la que remedie su carencia.
La misión es camino. Exige moverse de un lugar a otro, avanzar, superar
obstáculos y no dejarse vencer por el cansancio o el rechazo de los seres
humanos. Los Apóstoles deben confiar absolutamente en la gracia que poseen y
que anuncian. Esta es su mayor fuerza: no apoyarse en ninguna seguridad humana
para anunciar el mensaje de Dios, ir desprovistos de todo, confiando sólo en la
fuerza del mensaje que llevan y abandonados totalmente a la providencia divina.
Jesús, les pide además que “ cuando lleguen a algún pueblo, averigüen quién
hay en él digno de recibirlos y se queden hasta que se vayan ”. Los
evangelizadores deben estar dispuestos a recibir. Su pobreza no está sólo en el no
poseer, sino en el depender de lo que los otros les ofrezcan. Aparecen como
desprovistos de todo y necesitados de todo, cuando, en realidad, llevan
consigo la mayor riqueza: el don del reino . De esta forma enseñan a los demás
la actitud fundamental para acoger el don de Dios: la pobreza, la confianza y el
abandono (Servicio Bíblico Latinoamericano; en mercaba.org).
Hechos 11: 21 – 26 : 21 La mano del Señor estaba con ellos, y un crecido
número recibió la fe y se convirtió al Señor. 22 La noticia de esto llegó a oídos de
la Iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía. 23 Cuando llegó y vio la
gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer, con corazón firme,
unidos al Señor, 24 porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe.
Y una considerable multitud se agregó al Señor. 25 Partió para Tarso en busca de
Saulo, 26 y en cuanto le encontró, le llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante
un año entero en la Iglesia y adoctrinaron a una gran muchedumbre. En Antioquía
fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».
Salmo 98: 1 - 6 : 1 Cantad a Yahvé un canto nuevo, porque ha hecho maravillas;
victoria le ha dado su diestra y su brazo santo. 2 Yahvé ha dado a conocer su
salvación, a los ojos de las naciones ha revelado su justicia; 3 se ha acordado de
su amor y su lealtad para con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han
visto la salvación de nuestro Dios. 4 ¡Aclamad a Yahvé, toda la tierra, estallad,
gritad de gozo y salmodiad! 5 Salmodiad para Yahvé con la cítara, con la cítara y
al son de la salmodia; 6 con las trompetas y al son del cuerno aclamad ante la faz
del rey Yahvé.
2. Hoy celebramos al apóstol José, «a quien los Apóstoles dieron el
sobrenombre de Bernabé, que significa “hijo de la consolacin”» . Desde el
principio fue generoso: « Tenía un campo, lo vendió, trajo el dinero y lo puso a
los pies de los Apóstoles » (Hch 4,36-37). Llevó a san Pablo a los Apóstoles,
cuando todos le tenían miedo, y con él abrió el apostolado a todos los pueblos.
Primero, en Antioquía, donde « exhortaba a todos a permanecer en el Señor
con un corazón firme, porque era un hombre bueno, lleno de fe y del
Espíritu Santo. Y una gran muchedumbre se adhirió al Señor » (Hch 11,23-
24). Su celo apostólico fue ejemplar, poniendo en práctica el mandato del Maestro:
«Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 10,7).
« Separad a Pablo y Bernabé, para una tarea que les tengo asignada » (Hch
13,2), proclamó el Espíritu Santo: fueron a Chipre y Asia Menor, y sufrieron mucho
por el Señor. Tuvieron también sus diferencias y se separaron por motivo de
Marcos, que les abandonó a mitad de viaje, y Pablo ya no lo aceptaba en el
siguiente; pero Bernabé supo confiar en él y veremos luego a Marcos como un gran
colaborador de Pedro y Pablo. Aprendamos a no catalogar a la gente para
siempre, que «las almas, como el buen vino, se mejoran con el
tiempo» (San Josemaría), cuando se las sostiene con la confianza y se las quiere,
ya que « nadie puede ser conocido sino cuando se le ama » (San
Agustín). Cuando veamos que alguien flaquea o retrocede, perseveremos
como Bernabé, sobrenombre que significa también “hombre esforzado”, y
“el que anima y entusiasma”. Son características de las que hoy estamos
necesitados. Por eso acudimos al Señor con las palabras de la colecta:
« Concédenos anunciar fielmente con la palabra y con las obras el Evangelio
que él [Bernabé] proclamó con valentía ».
Bernabé, “justo” (persona íntegra y fiel a los mandamientos del Seor),
“lleno del Espíritu Santo y fe”, es colocado en el ámbito de la nueva alianza
presentándolo como alguien dócil a la acción de Dios en la obra de expansión del
evangelio. El Espíritu Santo, en efecto, actuará eficazmente por mediación de
Bernabé en la predicación del evangelio a los paganos. Cuando Bernabé llega a
Antioquía se llena de alegría “al ver lo que había realizado la gracia de Dios” (Hch
11,23). Y “ una considerable multitud se unió al Señor ” (Hch 11,24).
Dichoso el hombre de bien que vive en servicio a los demás. Su nombre será una
bendición. Bernabé fue uno de esos personajes. Personas como él caen bien en
cualquier comunidad humana y de creyentes. Recordemos algo de él. Era chipriota,
levita, propietario de campos que vendió para ayudar a la comunidad de Jerusalén
(Hch 4, 36). Fue mediador en la presentación de Pablo en Jerusalén (Hch 9,27).
Tenía la confianza del grupo y era buen dialogante en cuestiones disputadas. Por
eso fue el elegido para dirigir a la comunidad de Antioquía en su seguimiento de
Cristo. ¡Con qué gusto formaba él parte muy activa entre profetas y doctores de
Antioquía, y cómo era correspondido por la comunidad! Él y san Pablo promovieron
la primera gran empresa evangelizadora del cristianismo.
¿Queremos imitar su ejemplo? Para ello, seamos instrumentos de paz en
armonía, diálogo, comprensión, audacia. En el siglo XXI son muchos los
problemas que van surgiendo, incluso en el interior de las comunidades creyentes,
igual que sucedía en Antioquía. Andamos muy necesitados de amor, celo apostólico,
capacidad de comprensión, sentido de participación, comunicación fraterna,
clarificación de las cuestiones en espíritu evangélico.
San Bernabé, compañero de correrías apostólicas de San Pablo, durante
buena parte de sus idas y venidas, estableciendo, adoctrinando y
confirmando en la fe las primeras comunidades de cristianos, se había
destacado pronto como un discípulo generoso y de celo ardiente . Desde los
primeros días de andadura de la Iglesia, Bernabé se manifestó como un cristiano
comprometido, que no sólo asentía a la enseñanza de Jesús trasmitida por los
Apóstoles, sino que, en coherencia con su fe y con la nueva vida en Dios que había
descubierto –el Evangelio de Jesucristo– pone todo lo propio al servicio de ese
ideal. Tiene total confianza de los Apóstoles, y la veremos cuando introduce a san
Pablo después de convertirse en la comunión con la Iglesia, venciendo
desconfianzas pues había perseguido atrozmente a los discípulos. Su vida será
una permanente aventura , para toda la gloria de Dios. Confianza en Dios y
olvido de sí podrían ser los soportes que mantienen la vida del apóstol. Bernabé
es ejemplo de disponibilidad. Te pedimos, Señor, que sepamos redescubrir
esa perla de gran valor, que nos lleve a empeñar cualquier otra riqueza por
conseguirla .
3. Cantamos un cántico nuevo en el Salmo, y Orígenes interpreta el «cántico
nuevo» del salmo como una celebración anticipada de la novedad cristiana del
Redentor crucificado. Por eso, sigamos su comentario, que entrelaza el cántico del
salmista con el anuncio evangélico: «Cántico nuevo es el Hijo de Dios que fue
crucificado, algo hasta entonces inaudito. Una realidad nueva debe tener un cántico
nuevo. " Cantad al Señor un cántico nuevo ". En realidad, el que sufrió la pasión
es un hombre; pero vosotros cantad al Señor. Sufrió la pasión como hombre, pero
salvó como Dios». Prosigue Orígenes: Cristo «hizo milagros en medio de los judíos:
curó paralíticos, limpió leprosos, resucitó muertos. Pero también otros profetas lo
hicieron. Multiplicó unos pocos panes en un número enorme, y dio de comer a un
pueblo innumerable. Pero también Eliseo lo hizo. Entonces, ¿qué hizo de nuevo
para merecer un cántico nuevo? ¿Queréis saber lo que hizo de nuevo? Dios
murió como hombre, para que los hombres tuvieran la vida; el Hijo de Dios
fue crucificado, para elevarnos hasta el cielo».
Llucià Pou Sabaté