EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Miércoles de la décima semana del tiempo ordinario
Primer Libro de los Reyes 18,20-39.
Ajab mandó buscar a todos los israelitas y reunió a los profetas sobre el monte
Carmelo.
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: "¿Hasta cuándo van a andar rengueando de
las dos piernas? Si el Señor es Dios, síganlo; si es Baal, síganlo a él". Pero el pueblo
no le respondió ni una palabra.
Luego Elías dijo al pueblo: "Como profeta del Señor, he quedado yo solo, mientras
que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta.
Traigamos dos novillos; que ellos se elijan uno, que lo despedacen y lo pongan
sobre la leña, pero sin prender fuego. Yo haré lo mismo con el otro novillo: lo
pondré sobre la leña y tampoco prenderé fuego.
Ustedes invocarán el nombre de su dios y yo invocaré el nombre del Señor: el dios
que responda enviando fuego, ese es Dios". Todo el pueblo respondió diciendo:
"¡Está bien!".
Elías dijo a los profetas de Baal: "Elíjanse un novillo y prepárenlo ustedes primero,
ya que son los más numerosos; luego invoquen el nombre de su dios, pero no
prendan fuego".
Ellos tomaron el novillo que se les había dado, lo prepararon e invocaron el nombre
de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: "¡Respóndenos, Baal!". Pero
no se oyó ninguna voz ni nadie que respondiera. Mientras tanto, danzaban junto al
altar que habían hecho.
Al mediodía, Elías empezó a burlarse de ellos, diciendo: "¡Griten bien fuerte, porque
es un dios! Pero estará ocupado, o ausente, o se habrá ido de viaje. A lo mejor está
dormido y se despierta".
Ellos gritaron a voz en cuello y, según su costumbre, se hacían incisiones con
cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre.
Y una vez pasado el mediodía, se entregaron al delirio profético hasta la hora en
que se ofrece la oblación. Pero no se oyó ninguna voz, ni hubo nadie que
respondiera o prestara atención.
Entonces Elías dijo a todo el pueblo: "¡Acérquense a mí!". Todo el pueblo se acercó
a él, y él restauró el altar del Señor que había sido demolido:
tomó doce piedras, conforme al número de los hijos de Jacob, a quien el Señor
había dirigido su palabra, diciéndole: "Te llamarás Israel",
y con esas piedras erigió un altar al nombre del Señor. Alrededor del altar hizo una
zanja, como un surco para dos medidas de semilla.
Luego dispuso la leña, despedazó el novillo y lo colocó sobre la leña.
Después dijo: "Llenen de agua cuatro cántaros y derrámenla sobre el holocausto y
sobre la leña". Así lo hicieron. El añadió: "Otra vez". Lo hicieron por segunda vez, y
él insistió: "Una vez más". Lo hicieron por tercera vez.
El agua corrió alrededor del altar, y hasta la zanja se llenó de agua.
A la hora en que se ofrece la oblación, el profeta Elías se adelantó y dijo: "¡Señor,
Dios de Abraham, de Isaac y de Israel! Que hoy se sepa que tú eres Dios en Israel,
que yo soy tu servidor y que por orden tuya hice todas estas cosas.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo reconozca que tú, Señor,
eres Dios, y que eres tú el que les ha cambiado el corazón".
Entonces cayó el fuego del Señor: Abrazó el holocausto, la leña, las piedras y la
tierra, y secó el agua de la zanja.
Al ver esto, todo el pueblo cayó con el rostro en tierra y dijo: "¡El Señor es Dios! ¡El
Señor es Dios!".
Salmo 16(15),1-2a.4.5.8.11.
Mictán de David.
Protégeme, Dios mío,
porque me refugio en ti.
Yo digo al Señor:
"Señor, tú eres mi bien,
no hay nada superior a ti".
Multiplican sus ídolos y corren tras ellos,
pero yo no les ofreceré libaciones de sangre,
ni mis labios pronunciarán sus nombres.
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,
¡tú decides mi suerte!
Tengo siempre presente al Señor:
él está a mi lado, nunca vacilaré.
Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha.
Evangelio según San Mateo 5,17-19.
No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino
a dar cumplimiento.
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que
desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a
hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el
que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
comentario del Evangelio por
Beato Juan Pablo II
Discurso en la sinagoga de Roma 13/04/1986 (trad. ec.aciprensa.com)
No he venido a abolir la Ley sino a darle plenitud
La visita de hoy quiere aportar una decidida contribución a la consolidación de
las buenas relaciones entre nuestras comunidades... Somos todos conscientes de
que entre las muchas riquezas de este número de "Nostra Aetate"... El primero es
que la Iglesia de Cristo descubre su "relación" con el Judaísmo "escrutando su
propio misterio" .La religión judía no nos es "extrínseca", sino que en cierto modo,
es "intrínseca" a nuestra religión. Por tanto tenemos con ella relaciones que no
tenemos con ninguna otra religión. Sois nuestros hermanos predilectos y en cierto
modo se podría decir nuestros hermanos mayores.
Además, se debe decir que el camino emprendido se halla todavía en sus
comienzos, y que por tanto se necesitará todavía bastante tiempo, a pesar de los
grandes esfuerzos ya hechos por una parte y por otra, para suprimir toda forma,
aunque sea inconsciente, de prejuicios, para adecuar toda manera de expresarse y
por tanto para presentar siempre y en cualquier parte, a nosotros mismos y a los
demás, el verdadero rostro de los judíos y del Judaísmo como también de los
cristianos y del Cristianismo... A nadie se le oculta que la divergencia fundamental
desde los orígenes es la adhesión de nosotros los cristianos a la persona y a la
enseñanza de Jesús de Nazaret, hijo de vuestro pueblo, del cual nacieron también
la Virgen María, los Apóstoles, "fundamento y columnas de la Iglesia"(cf Ga 2,9), y
la mayoría de los miembros de la primera comunidad cristiana... Es preciso decir,
además, que las vías abiertas a nuestra colaboración a la luz de la herencia común
que procede de la Ley y de los Profetas, son varias e importantes... Queremos
recordar sobre todo una colaboración en favor del hombre, de su vida desde la
concepción hasta la muerte natural, de su dignidad, de su libertad, de sus
derechos, de su desarrollo en su sociedad no hostil, sino amiga y favorable, donde
reine la justicia y donde en esta nación, en los continentes y en el mundo, sea la
paz la que impere, el shalom auspiciado por los Legisladores, por los Profetas y por
los Sabios de Israel.
Tratemos en cuanto sea posible de hacerlo juntos, que de esta visita mía y de
esta concordia y serenidad conseguidas surja, como el río que Ezequiel vio surgir de
la puerta oriental del Templo de Jerusalén (cf. Ez 47, 1ss.), un torrente fresco y
benéfico que ayude a sanar las plagas que Roma sufre. Al hacer esto, me permito
decir, seremos fieles a nuestros respectivos compromisos más sagrados, pero
también a aquel que más profundamente nos une y nos reúne: la fe en un solo Dios
que "ama a los extranjeros" y "hace justicia al huérfano y a la viuda" (cf. Dt 10,18),
comprometiéndonos también nosotros a amarlos y socorrerlos (cf. ib., y Lev 19,
18,34). Los cristianos han aprendido esta voluntad del Señor de la Torá, que
vosotros aquí veneráis, y de Jesús, que ha llevado hasta extremas consecuencias el
amor pedido en la Torá.
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”