EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 5,17-19.
No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino
a dar cumplimiento.
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que
desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a
hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el
que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
comentario del Evangelio por
Beato Juan Pablo II
Discurso en la sinagoga de Roma 13/04/1986 (trad. ec.aciprensa.com)
No he venido a abolir la Ley sino a darle plenitud
La visita de hoy quiere aportar una decidida contribución a la consolidación de
las buenas relaciones entre nuestras comunidades... Somos todos conscientes de
que entre las muchas riquezas de este número de "Nostra Aetate"... El primero es
que la Iglesia de Cristo descubre su "relación" con el Judaísmo "escrutando su
propio misterio" .La religión judía no nos es "extrínseca", sino que en cierto modo,
es "intrínseca" a nuestra religión. Por tanto tenemos con ella relaciones que no
tenemos con ninguna otra religión. Sois nuestros hermanos predilectos y en cierto
modo se podría decir nuestros hermanos mayores.
Además, se debe decir que el camino emprendido se halla todavía en sus
comienzos, y que por tanto se necesitará todavía bastante tiempo, a pesar de los
grandes esfuerzos ya hechos por una parte y por otra, para suprimir toda forma,
aunque sea inconsciente, de prejuicios, para adecuar toda manera de expresarse y
por tanto para presentar siempre y en cualquier parte, a nosotros mismos y a los
demás, el verdadero rostro de los judíos y del Judaísmo como también de los
cristianos y del Cristianismo... A nadie se le oculta que la divergencia fundamental
desde los orígenes es la adhesión de nosotros los cristianos a la persona y a la
enseñanza de Jesús de Nazaret, hijo de vuestro pueblo, del cual nacieron también
la Virgen María, los Apóstoles, "fundamento y columnas de la Iglesia"(cf Ga 2,9), y
la mayoría de los miembros de la primera comunidad cristiana... Es preciso decir,
además, que las vías abiertas a nuestra colaboración a la luz de la herencia común
que procede de la Ley y de los Profetas, son varias e importantes... Queremos
recordar sobre todo una colaboración en favor del hombre, de su vida desde la
concepción hasta la muerte natural, de su dignidad, de su libertad, de sus
derechos, de su desarrollo en su sociedad no hostil, sino amiga y favorable, donde
reine la justicia y donde en esta nación, en los continentes y en el mundo, sea la
paz la que impere, el shalom auspiciado por los Legisladores, por los Profetas y por
los Sabios de Israel.
Tratemos en cuanto sea posible de hacerlo juntos, que de esta visita mía y de
esta concordia y serenidad conseguidas surja, como el río que Ezequiel vio surgir de
la puerta oriental del Templo de Jerusalén (cf. Ez 47, 1ss.), un torrente fresco y
benéfico que ayude a sanar las plagas que Roma sufre. Al hacer esto, me permito
decir, seremos fieles a nuestros respectivos compromisos más sagrados, pero
también a aquel que más profundamente nos une y nos reúne: la fe en un solo Dios
que "ama a los extranjeros" y "hace justicia al huérfano y a la viuda" (cf. Dt 10,18),
comprometiéndonos también nosotros a amarlos y socorrerlos (cf. ib., y Lev 19,
18,34). Los cristianos han aprendido esta voluntad del Señor de la Torá, que
vosotros aquí veneráis, y de Jesús, que ha llevado hasta extremas consecuencias el
amor pedido en la Torá.
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”