Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Memoria del Inmaculado Corazón de María
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Desbordo de gozo con el Señor * Mi corazón se
regocija por el Seño, mi salvador. * Conservaba todo esto en su corazón
Textos para este día:
Isaías 61, 9-11:
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los
pueblos.
Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido con
un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone
la corona, o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el
Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
1 Samuel 2, 1. 4-8:
Mi corazón se regocija por el señor, / mi poder se exalta por Dios; /mi boca se ríe
de mis enemigos, / porque gozo con tu salvación. R. Se rompen los arcos de tus
valientes, / mientras los cobardes se ciñen de valor; / los hartos se contratan por el
pan, / mientras los hambrientos engordan;/ la mujer estéril da a luz siete hijos,/
mientras la madre de muchos queda baldía. R. El Señor da la muerte y la vida, /
hunde en el abismo y levanta; / da la pobreza y la riqueza, / humilla y enaltece. R.
Él levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al pobre, / para hacer que se
siente entre príncipes / y que herede un trono de gloria. R.
Lucas 2,41-51:
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando
terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedo en Jerusalén, sin que lo supieran
sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a
buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén
en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros,
escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban
asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
“Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos
angustiados.”
Él les contestó:
“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?”
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Homilía
Temas de las lecturas: Desbordo de gozo con el Señor * Mi corazón se regocija
por el Seño, mi salvador. * Conservaba todo esto en su corazón
1. Un Corazón LLeno del Espíritu
1.1 Nos enseña el Papa Juan Pablo II: La Virgen de Nazaret fue elegida para
convertirse en la Madre del Redentor por obra del Espíritu Santo: en su humildad
halló gracia a los ojos de Dios (cf. Lc 1, 30). De hecho, en el Nuevo Testamento
vemos que la fe de María, por decirlo así, "atrajo" el don del Espíritu Santo. Ante
todo en la concepción del Hijo de Dios, misterio que el mismo arcángel Gabriel
explicó así: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra" (Lc 1, 35).
1.2 Todos los acontecimientos relacionados con el nacimiento de Jesús y con sus
primeros años de vida estuvieron dirigidos de manera casi palpable por el Espíritu
Santo, aunque no siempre se le nombre. El corazón de María, en perfecta sintonía
con su Hijo divino, es templo del Espíritu de verdad, donde cada palabra y cada
acontecimiento son conservados en la fe, en la esperanza y en la caridad (cf. Lc 2,
19.51).
1.3 Así podemos tener la certeza de que el corazón santísimo de Jesús en todo el
arco de su vida oculta en Nazaret encontró en el corazón inmaculado de su Madre
un "hogar" siempre encendido de oración y de atención constante a la voz del
Espíritu. Un testimonio de esta singular sintonía entre la Madre y el Hijo, buscando
la voluntad de Dios, es lo que aconteció en las bodas de Caná. En una situación
llena de símbolos de la alianza, como es el banquete nupcial, la Virgen Madre
intercede y provoca, por decirlo así, un signo de gracia sobreabundante: el "vino
bueno" que hace referencia al misterio de la Sangre de Cristo.
2. Un Corazón que conoce el precio de la Sangre Redentora
2.1 Esto nos remite directamente al Calvario, donde María está al pie de la cruz
junto con las demás mujeres y con el apóstol san Juan. La Madre y el discípulo
recogen espiritualmente el testamento de Jesús: sus últimas palabras y su último
aliento, en el que comienza a derramar el Espíritu; y recogen el grito silencioso de
su Sangre, derramada totalmente por nosotros (cf. Jn 19,25-34).
2.2 María sabía de dónde venía esa sangre, pues se había formado en ella por obra
del Espíritu Santo, y sabía que ese mismo "poder" creador resucitaría a Jesús, como
él mismo había prometido.
2.3 Así, la fe de María sostuvo la de los discípulos hasta el encuentro con el Señor
resucitado, y siguió acompañándolos incluso después de su Ascensión al cielo, a la
espera del "bautismo en el Espíritu Santo" (cf. Hch 1, 5).
Fr. Nelson Medina, O.P.