“No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor”
Mt 5, 33-37:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
“ LA BOCA DICE LO QUE BROTA DEL CORAZÓN” (Mt 12,34).
“Si uno piensa que se comporta como una persona religioso y no sólo no refrena su lengua,
sino que conserva pervertido su corazón, su religiosidad es vana” (Sant 1,26). De ningún otro
comportamiento humano se dice que “hace vana” la religión (aquí, vano recuerda a los
ídolos, considerados igualmente una nulidad total) como del hablar inútil y falso, cuya expresión
más desconcertante es el recurso desconsiderado al juramento.
Investigaré sobre las patologías de los dichos de mi boca, dado que “antes de oírle hablar no
alabes a nadie, porque ahí es donde se prueba un hombre” (Eclo 27,7). ¿Son vacías, ociosas,
insignificantes, embusteras, inexpresivas, estúpidas, expeditivas, vulgares mis palabras? La
asimilación vital de la Palabra divina me permitirá “hablar con las palabras de Dios” (1 Pe 4,11),
“hablar con gracia” (Col 4,6), o sea, hablar bajo la inspiración del Espíritu Santo: “Pues no
seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará a través de
vosotros” (Mt 10,20).
ORACION
Purifica, Señor, mis labios con el fuego de tu Espíritu. Que las palabras salidas de mi boca
puedan ser el reflejo de tu eterna Palabra, viva y eficaz hasta el punto de penetrar en el alma
de los hermanos como espada que revela los pensamientos del corazón y como bálsamo que
alivia sus llagas.