“Yo les digo que no hagan frente al que les hace mal”
Mt 5, 38-42
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
EL PRINCIPIO DE LA NO-VIOLENCIA
El antiguo precepto «ojo por ojo, diente por diente» ponía ya un límite a la
propagación de la venganza. Ahora bien, Cristo pide un comportamiento que
extirpa su misma raíz. Se trata del principio de la no-violencia, que neutraliza la
«reacción en cadena» destinada a provocar un mal cada vez mayor.
Me pregunto sobre la práctica de la tolerancia, que la Biblia latina registra como
uno de los frutos del Espíritu (Gal 5,22), y, por consiguiente, de la magnanimidad,
que nos recuerda que «Dios ama a quien da con alegría» (2 Cor 9,7).
ORACION
Qué difícil me resulta, Señor, saber perder en la vida. Qué celoso soy de mi
tiempo, de mis cosas, de mi salud, de mis ideas, como si fuera su dueño absoluto
y pudiera disponer de ellos según mi talento. Soy incapaz de ceder, de
condescender, de adaptarme al juego del otro. Estoy siempre a la defensiva y
tutelo mis derechos (reales o presuntos) con la ilusión de tener siempre razón, de
no cometer nunca errores, de conseguir imponerme siempre. Pero tú me pides
que viva desarmado, que me mida con la impotencia, con la precariedad, con el
fracaso, con la pérdida. Me pides que me mida con la cruz. Hazme comprender,
Señor, que «encuentra lo mejor de sí mismo quien decide perder» (B. Häring).