Ciclo B. Solemnidad. Natividad de San Juan Bautista
Julio César Villalobos, C.M.
Un santo fuera de serie…
¿Alguna vez te has preguntado si puedes ser santo?, ¿sabes que Jesús ya te dio ese
don en el bautismo?, ¿es difícil ser santo hoy?, ¿te animas a imitar a Jesús que
pasó por este mundo haciendo el bien? Una vez escuchaba de un amigo sacerdote:
“los santos descuadran”, “los santos te rompen todo tipo de esquemas”, “los santos
no son muy bien vistos”…
San Juan Bautista es uno de esos casos. Dios no se equivocó al escoger a este gran
santo de Dios, ¿sabes por qué? La respuesta la tenemos en la 1ra lectura que
muchas veces habrá leído y escuchado este santo: “El Seor me llam desde el
vientre materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre. Él hizo de mi
boca una espada afilada…” (Is.49,1-6). Sabemos que Juan el Bautista, como a
todos los santos, Dios ya lo tuvo en su plan salvador. Dios le eligi a él “desde
antes de la creacin del mundo” (cf.Ef.1,4), con una misin muy particular: ser el
precursor del Mesías.
Hablaba a todos de la necesidad de convertirse y bautizarse, para que se nos
perdonen los pecados (cf.Lc.3,3). Pablo también reconoce este ministerio de San
Juan Bautista: “Como preparacin a su venida, Juan Bautista había predicado un
bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel…” (Hch.13,22-26).
¿Podemos resaltar algunas características de este santo? HUMILDAD: “Yo no soy el
que ustedes creen, pero sepan que después de mí, viene aquel a quien yo no soy
digno de desatar las sandalias”(Hch.13,25). SINCERIDAD Y VALENTÍA: “Raza de
víboras, ¿quién les ense a escapar del juicio inminente?” (Lc.3,7). SENCILLEZ Y
FE AUNTNTICA: “Es necesario que l crezca y que yo disminuya” (Jn.3,30).
Isabel y Zacarías (papás de San Juan Bautista) y todos los que fueron testigos de
su nacimiento, reconocieron que Juan el Bautista nunca estuvo solo, que Dios
también se interes por él y le acompa: “Todos los que se enteraron guardaban
este recuerdo en su corazón y se decían: ¿Qué llegará a ser este niño? PORQUE LA
MANO DEL SEOR ESTABA CON L” (Lc.1,57-66.80).
Qué hermoso saber que San Juan el Bautista nunca estuvo solo, que pudo agradar
a Dios cada día de su vida, que supo hacer las cosas bien según Dios, se dejó guiar
por el Espíritu de Dios en su vida, no le importó el qué dirán de la gente, fue
coherente con lo que decía… ¿Seremos capaces de seguir su ejemplo?
Escuchemos siempre la voz de Jesús que nos pide ser santos. “Sean Santos como
mi Padre Celestial es santo” (Mt.5,48).
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)