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D IFÍCIL , PERO NO IMPOSIBLE . L ECCIÓN DEL B AUTISTA
N ATIVIDAD DE S AN J UAN B AUTISTA L C 1. 57-66
24 DE JUNIO DE 2012
Normalmente de los santos lo que celebramos es su nacer eterno para el cielo,
el dies natalis, día del nacimiento. Pero hay tres excepciones: Jesús, María y Juan el
Bautista. De ellos tres celebramos el día en el que nacieron gloriosamente en la casa
del Padre Dios tras la muerte o dormicin, y el día en el que nacieron terrenalmente
en nuestra historia. En este caso lo hacemos del pariente de la Virgen y de Jesús:
Juan el Bautista, que naci de los ancianos Zacarías e Isabel.
Jesús tiene una expresin llena de elogio hacia su primo Juan Bautista: que no
ha nacido de mujer nadie más grande que él, dirá el Seor. No se trataba de un
piropo que quedaba en familia, sino de una certeza que atestiguaba la grandeza de
Dios, que hace posible lo que para nosotros tantas veces es imposible. En efecto, se
trataba de un milagro el nacimiento de aquel nio: nacerá de una mujer estéril y
anciana, ante el estupor de su anciano esposo que no se lo terminaba de creer. Y
como blasn de credibilidad se dirá aquello: para Dios nada hay imposible.
A María se le dará esa seal para que crea que quien de ella nacerá, aún siendo
virgen, también será posible. Mira a tu prima Isabel, que ya está de seis meses la
que llamaban estéril. Y María crey. Estamos, pues, ante historias totalmente
singulares que slo y únicamente se han dado en el caso de estas mujeres parientes
con el nacimiento de sus sendos hijos. Pero lo que supone como confianza, como
fe, sí que es algo que nos afecta a nosotros: lo que para nuestras fuerzas e ingenio
puede resultar imposible, se torna en posibilidad si nos dejamos iluminar por Dios,
acompaar por su cercanía, dejándonos mover por lo que Él de tantos modos nos
propone.
Corrada del Obispo 1. 33003 Oviedo
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Juan Bautista nacerá con la misin profética de anunciar las buenas noticias
de Dios y de denunciar todo aquello que ofende al Seor porque destruye a sus
hijos. Él vino para preparar los caminos que el Seor frecuenta en nuestras vidas.
Juan naci con esta misin, en ella creci y por ella dará la vida. Todo un recorrido
que nos ayuda a nosotros, tantos siglos después a confrontar nuestra vida cristiana
con los retos actuales en los que también se nos ha confiado una misin como hijos
de Dios, como hijos de la Iglesia y como hijos de nuestra generacin. Ahí está el
reto que se nos plantea con empeo y creatividad para acertar en el testimonio de
nuestra fe para nuestra época concreta. Las cosas pueden ser difíciles, pero no
imposibles para quienes vamos de la mano del Seor.
Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo
Corrada del Obispo 1. 33003 Oviedo