EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 7,15-20.
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de
ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de
los cardos?
Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos
malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos
buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.
Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Comentario del Evangelio por
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la
Iglesia
Explicación del Sermón de la Montaña, cap. 24, §80-81
“Por sus frutos los conoceréis”
Preguntémosnos sobre qué frutos el Señor quiere llamar la atención para
reconocer el árbol. Algunos consideran como frutos lo que constituye las vestiduras
de las ovejas, así los lobos pueden engañarlos. Quiero indicar aquí los ayunos, las
oraciones, las limosnas y todas las obras que pueden ser hechas por los hipócritas.
Sin esto Jesús no habría dicho: "Absteneos de hacer justicia delante de los
hombres, para llamarles la atención " (Mt 6,1)... Muchos dan a los pobres por
ostentación y no por benevolencia; muchos rezan o más bien parece que rezan,
pero no lo hacen por Dios sino más bien por la estima de los hombres; muchos
ayunan y fingen una austeridad asombrosa, para atraerse la admiración de los que
ven sus obras. Todas estas obras son engaños... El Señor concluye que estos frutos
no son suficientes para juzgar el árbol. Las mismas acciones hechas con una
intención recta y en verdad constituyen la vestidura de las ovejas auténticas...
El apóstol Pablo nos dice por qué frutos reconoceremos el árbol malo: "Es fácil
reconocer las obras de la carne: desenfreno, impureza, obscenidad, idolatría,
brujería, odios, disputas, celos, cólera, disensión, sectarismo, rivalidades,
borracheras, rencillas y cosas semejantes " (Ga 5,19-20). El mismo apóstol nos
dice seguidamente por qué frutos podemos reconocer un árbol bueno: "Pero al
contrario los frutos del Espíritu son amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia,
bondad, fe, humildad y control de sí" (v. 22-23).
Hay que saber que la palabra "alegría" se toma aquí en su sentido propio; los
hombres malvados en sentido propio ignoran la alegría, pero conocen el placer... Es
el sentido propio de la palabra, lo que sólo los buenos conocen; "no hay alegría
para los impíos, dice el Señor" (Is 48,22). Lo mismo ocurre con la fe verdadera. Las
virtudes enumeradas pueden ser disimuladas por los malos y los impostores, pero
no engañan al ojo límpio y puro capaz de discernirlo. "servicio brindado por el
Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”