XV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
El Seor me agarr…
Hoy se ha puesto de moda el ´voluntariado´. Contamos con voluntarios y
voluntarias en todo el mundo y para todas las causas, fines y marcas. Más
allá de la disponibilidad que podría caracterizarlo, encontramos un talante
aventurero, un afán de novedades y, digámoslo con claridad, cierta mística
y fuerza en la utopía. Inscribirse en el voluntariado, conlleva cierta
identidad, una vocación de servicio.
Amós tiene poco de ´voluntario´. Vivía en la apacible dehesa detrás del
ganado y el cultivo de los higos. Y allí lo “agarr” el Seor, le ech mano y
lo envi a profetizar. Ni siquiera lo prepar. Lo confiesa humildemente: “No
soy un profesional”. ¡Y qué bueno que lo diga él! La profecía no es una
profesión, como no lo es el ministerio, como no lo es ningún servicio en la
Iglesia. Es sólo un llamado generoso de Dios.
Pablo lo va a inscribir con pincel gravoso: “Nos eligi antes de la creacin,
nos destin de antemano dándonos a conocer sus Planes más secretos”…es
libérrima elección de Dios. No cuentan ni mis gustos, ni la satisfacción de
mis deseos, o mis planes futuristas, o la proyección de mi familia. ¡No!
¡Rotundamente No! Es Dios quien va llamando, eligiendo, enviando a
quienes quiso para la obra de su gracia. “Nos agarr”…
Ni siquiera cuentan los medios. Suficiente un bastón y unas sandalias. Lo
demás es pesado, molesto, estorboso. El anuncio del Reino exige un
equipaje ligero. Basta la fuerza del Espíritu, el don de curación, la sanación
del corazón. Y un pequeño equipo de trabajo, de dos en dos como para que
la Palabra no falte y el amor se haga testimonio.
Cochabamba 15.07.12
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com