Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 13, Lunes
-----------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Revuelcan en el polvo al desvalido * Atención, los que
olvidáis a Dios. * Sígueme
Textos para este día:
Amós 2, 6-10. 13-16:
Así dice el Señor: "A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque
venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el
polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente.
Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan
sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el
templo de su Dios.
Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como
encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje por
el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo.
Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más
veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida;
el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más
valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día." Oráculo del Señor.
Salmo 49:
"¿Por qué recitas mis preceptos / y tienes siempre en la boca mi alianza, / tú que
detestas mi enseñanza / y te echas a la espalda mis mandatos?" R.
"Cuando ves un ladrón, corres con él; / te mezclas con los adúlteros; / sueltas tu
lengua para el mal, / tu boca urde el engaño." R
"Te sientas a hablar contra tu hermano, / deshonras al hijo de tu madre; / esto
haces, ¿y me voy a callar? / ¿Crees que soy como tú? / Te acusaré, te lo echaré en
cara." R.
"Atención, los que olvidáis a Dios, / no sea que os destroce sin remedio. / El que
me ofrece acción de gracias, / ése me honra; / al que sigue buen camino / le haré
ver la salvación de Dios." R.
Mateo 8, 18-22:
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar
a la otra orilla. Se le acercó un letrado y le dijo: "Maestro, te seguiré a donde
vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos,
pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Otro, que era discípulo,
le dijo: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Tú,
sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos".
Homilía
Temas de las lecturas: Revuelcan en el polvo al desvalido * Atención, los que
olvidáis a Dios. * Sígueme
1. Tiempo de Denuncia
1.1 La primera lectura es un ejemplo paradigmático de las denuncias de los
profetas. Y aunque se ha destacado con razón el cariz social de la predicación de
Amós, en particular, lo cierto es que todo género de pecados reciben azote de su
boca: las injusticias contra los pobres, por supuesto, pero también el desorden que
trivializa el sexo, porque "padre e hijo van a una misma mujer" y también la
malversación de fondos, pues los dineros del templo se han vuelto plata para vicios
y embriagueces.
1.2 ¿Estamos frente a un Dios "castigador" e implacable? ¿Es ese nuestro Dios? Un
antiguo hereje, llamado Marción, llegó a afirmar que el Dios del Antiguo
Testamento era distinto del Dios del Nuevo Testamento, y que de hecho no era
nuestro Dios. ¿Qué decir?
1.3 Es importante recordar que la revelación de Dios en nuestra historia humana
sucedió de un modo progresivo, de acuerdo con nuestra propia capacidad. Es algo
como lo que sucede con la educación de un niño: hay ocasiones en que los muchos
razonamientos son no sólo inútiles sino perjudiciales. En tales oportunidades los
papás hablan con el lenguaje de los hechos y en ocasiones se necesita alguna
palmada.
1.4 La Humanidad no ha estado siempre dispuesta a oír y atender palabras y
razones; hay ocasiones en que es preciso que sucedan los hechos y que se vean las
consecuencias desastrosas de nuestras malas elecciones porque sólo así
entendemos y nos enmendamos. La culpa no es de Dios, desde luego, sino de la
obstinación nuestra unida a la inmadurez.
2. No es tan fácil
2.1 Jesús despierta entusiasmo, pero también lo templa, como se templa el metal
con agua helada después de sacarlo del horno encendido. El metal que se deja
enfriar a su propio ritmo se endurece, claro está, pero no alcanzará su mejor
dureza si no es templado.
2.2 Así obra también Jesucristo, como vemos en el evangelio de hoy. A aquel que le
dice: "te seguiré adondequiera que vayas" le echa un poco de agua fría, no para
desanimarlo sino para templar su carácter y mejorar la calidad de su decisión.
2.3 No nos extrañe entonces que al seguir a Cristo nos pasen tantas cosas que nos
desagradan o que tratan de desanimarnos. Muchas veces es voluntad del mismo
Cristo que seamos probados no para que retrocedamos sino para que demos con
mejor vigor cada paso.
2.4 Conviene decir una palabra sobre el otro encuentro que nos presenta el
evangelio de hoy. Cuando el otro entusiasta, o mejor: medio entusiasta, manifiesta
su condición, "permíteme ir primero a enterrar a mi padre", Jesús le dice una frase
que puede costarnos entender: "deja que los muertos entierren a sus muertos". No
es que el hombre estuviera en trance de duelo y Cristo le pidiera que abandonara
los asuntos del funeral. La expresión de aquel hombre, sepámosla entender, alude
a "déjame esperar a que mi padre muera", cosa que no implicaba unas horas ni
unos días, sino seguramente años enteros. Cristo le hace ver ese tiempo y lo
contrasta con la urgencia del anuncio del reino de Dios.
Fr. Nelson Medina, O.P.