Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Julio 3
Fiesta del Apóstol Tomás
-----------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles * Id al
mundo entero y proclamad el Evangelio. * ¡Señor mío y Dios mío!
Textos para este día:
Efesios 2,19-22:
Hermanos: Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los
santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los
apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el
edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado
al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser
morada de Dios, por el Espíritu.
Salmo 116:
Alabad al Señor, todas las naciones, / aclamadlo todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros, / su fidelidad dura por siempre. R.
Juan 20,24-29:
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no
veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los
clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó
Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros."
Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela
en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y
Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean
sin haber visto."
Homilía
Temas de las lecturas: Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles * Id al
mundo entero y proclamad el Evangelio. * ¡Señor mío y Dios mío!
1. Enseñanzas de una Duda
1.1 El apóstol Tomás es recordado principalmente por haber dudado.
Aparentemente la duda sólo ejerce una tarea negativa, de desconfianza y distancia.
Sin embargo, los textos de hoy nos muestran que no sucede sólo así: hay
ocasiones en que la misma duda, o mejor, el haber dudado, traen una enseñanza
real y positiva.
1.2 Por ejemplo, la duda de Tomás muestra que no era ni obvio ni sencillo llegar a
la idea de la resurrección. Cristo ciertamente había hablado varias veces de que iba
a ser "entregado" en manos de sus enemigos, sería crucificado y resucitaría la
tercer día (véase por ejemplo Mt 20,18; 26,2). Y sin embargo, todo ello debía sonar
extremadamente enigmático para los discípulos, que más de una vez no le
entendieron (véase Mc 9,32).
1.3 Un pasaje que hay que citar es Lc 18,31-34: "Tomando aparte a los doce, Jesús
les dijo: Mirad, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están
escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre. Pues será entregado
a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido; y después de azotarle,
le matarán, y al tercer día resucitará. Pero ellos no comprendieron nada de esto;
este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía." Lo sucedido
después con el apóstol Tomás muestra hasta dónde es verdad que ellos "no
comprendieron nada de esto."
1.4 Así pues, la duda de Tomás muestra cuan mal dispuestos estaban ellos a
aceptar algo que ni siquiera sabían que quería decir. La consecuencia de esto es
que si luego los vemos convencidos de la resurrección del Señor, y ello hasta el
punto de hacerse matar, tal convicción no pudo venir de ellos mismos: el
Resucitado, por así decirlo, tuvo que "imponerse" a las barreras de incomprensión,
ignorancia e incredulidad de los suyos. O con otras palabras: la duda de Tomás nos
hace ver que la Resurrección fue algo que sucedió "afuera" de ellos, y que "desde
fuera" llegó a abrirse campo en su propia conciencia. Con otras palabras, estamos
hablando de la "objetividad" de la Resurrección: no es asunto de meras ideas,
sugestiones o teorías de los discípulos.
2. "Hazte Creyente"
2.1 El llamado de Jesús a su apóstol incrédulo es también un llamado a todos los
hombres de todos los tiempos: "hazte creyente." Como si nos dijera: "abre tu
corazón a la posibilidad de la victoria de Dios más allá de las evidencias del dolor, la
injusticia, el pecado o la muerte." Hacerse creyente es también entrar activamente
en el seguimiento de Aquel que no se detuvo ante el espanto de la Cruz y que
arrastrando su ignominia alcanzó la gloria para sí y para nosotros. No es asunto
solamente de admitir una verdad, como quien admite la lógica de la demostración
de un teorema de geometría; es reconocer que vale la pena seguir el camino de
Jesús y que, más allá de fracasos o dudas, su victoria es nuestra victoria.
2.2 Y Tomás reconoce a Cristo como su Señor y su Dios. Ya la palabra "Señor" está
prácticamente reservada sólo a Dios en el Antiguo Testamento, y a ella añade
Tomás una expresión inequívoca "¡Dios mío!" ¿Habrá quien niegue la divinidad de
Cristo si toma en serio este pasaje?
2.3 Jesús llama bienaventurados a los que creen con menos signos, es decir, a los
que no reclaman signos para creer. No tengamos temor de apropiarnos esa
bienaventuranza y de considerarnos felices en Cristo si, movidos por su Espíritu
Santo hemos llegado a conocer el amor que Dios nos tiene y hemos llegado a creer
en Él.
Fr. Nelson Medina, O.P.