Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 13, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Ve y profetiza a mi pueblo * Los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. * La gente alababa a Dios, que da a los
hombres tal potestad
Textos para este día:
Amós 7, 10-17:
En aquellos días, Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, envió un mensaje a
Jeroboam, rey de Israel: "Amós conjura contra ti en medio de Israel; la tierra ya no
puede soportar sus palabras. Porque así predica Amós: "Morirá a espada Jeroboam.
Israel saldrá de su país al destierro.""
Dijo Amasías a Amós: "Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan
y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario
real, el templo del país."
Respondió Amós: "No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de
higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo
de Israel."
Y, ahora, escucha la palabra del Señor: Tú dices: "No profetices contra la casa de
Israel, no prediques contra la casa de Isaac."
Pues bien, así dice el Señor: "Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos e
hijas caerán a espada; tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra
pagana, Israel saldrá de su país al destierro.""
Salmo 18:
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es
fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del Señor es
límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del
Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; / más dulces que la miel / de un
panal que destila. R.
Mateo 9, 1-8:
En aquel tiempo subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le
presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al
paralítico: "¡Animo, hijo!, tus pecados están perdonados". Algunos de los letrados
se dijeron: "Este blasfema". Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: "¿Por qué
pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir:
"Levántate y anda"? Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en
la tierra para perdonar pecados -dijo dirigiéndose al paralítico-: "Ponte en pie, coge
tu camilla y vete a tu casa".
Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y
alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.
Homilía
Temas de las lecturas: Ve y profetiza a mi pueblo * Los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. * La gente alababa a Dios, que da a los
hombres tal potestad
1. Los que querían controlar a Dios
1.1 La primera lectura nos deja ver una escena típica de los que quieren controlar a
Dios. En este caso es el sacerdote Amasías, quien, fastidiado de las denuncias del
profeta Amós, quiere quitarlo de en medio.
1.2 Todo viene de que Amós ha denunciado la vaciedad del culto y el encargado de
culto es Amasías. La falsa solución del sacerdote es deshacerse del profeta,
alejándolo del santuario. La verdadera solución, desde luego, no es conservar el
culto vacío y alejar al que lo denuncia, sino llenar de su sentido la vida y el culto
como expresión de esa vida en alianza con el Señor.
2. Sobre la divinidad de Jesús
2.1 En más de una ocasión los Evangelios nos dejan ver la capacidad de Jesús para
penetrar en las conciencias de los hombres y descubrir sus más ocultos
pensamientos e intenciones. En el pasaje de hoy ello es claro, cuando los escribas
empiezan a pensar para sus adentros: "¿Cómo se atreve a decir eso? ¡Blasfema!
¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?" (Mc 2,7), y Cristo les muestra lo
que están pensando sin que lo digan.
2.2 Este rasgo de Jesús no es una curiosidad; es muy importante porque en el
Antiguo Testamento sólo Dios penetra los pensamientos: "Más engañoso que todo,
es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? Yo, el Señor, escudriño el
corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según
el fruto de sus obras" (Jer 17,9-10). Y en Amós leemos: "He aquí el que forma los
montes, crea el viento y declara al hombre cuáles son sus pensamientos, el que del
alba hace tinieblas y camina sobre las alturas de la tierra: el Señor, Dios de los
ejércitos, es su nombre" (Am 4,13).
2.3 Por otro lado, no es cualquier fruslería lo que anda en el pensamiento des estos
escribas. Se sienten seguros de haber encontrado una blasfemia en Jesús porque
ha dicho: "Hijo, tus pecados te son perdonados" (Mc 2,5). El argumento de ellos es:
"¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?" (Mc 2,7). Y es bien interesante
notar que Jesús no niega lo que ellos afirman, que sólo Dios perdona pecados, sino
que recalca que él mismo perdona pecados "pues ahora sabrán que el Hijo de
Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados" (Mc 2,10). De este
modo revela con suficiente discreción pero con suficiente claridad su naturaleza
divina.
Fr. Nelson Medina, O.P.