“El Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados?”
San Mateo 9, 1-8
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
JESÚS, SACERDOTE, PROFETA Y REY, SE LLEVA A CABO LA RECONCILIACIÓN DE
ISRAEL
La palabra del juicio y la palabra de reconciliación y de perdón suenan hoy de una manera
sorprendentemente disonante. Con todo, existe una incontestable continuidad entre la terrible
profecía de Amós sobre Jeroboán y lo que dice Jesús al paralítico. En la lectura del libro de
Amós se intercambian duras palabras el sacerdote, el rey y el profeta. Ahora bien, detrás de
esas palabras se vislumbra el duro camino por el que se puede filtrar la Palabra de Dios. La
reconciliación de Dios con su pueblo está asegurada por una Palabra que, como una espada
de doble filo, divide y purifica. En Jesús, sacerdote, profeta y rey, se lleva a cabo la
reconciliación de Israel, una reconciliación que se extiende a todos los hombres. El perdón del
pecado, realizado de una manera plástica por el levantamiento del paralítico, expresa el poder
del Hijo del hombre en la tierra, que inaugura una nueva criatura, un nuevo pueblo, unos cielos
nuevos y una nueva tierra.
ORACION
Tal vez, Señor, tu Palabra sea demasiado fuerte, demasiado pura, para que nuestro corazón
pueda resistir frente a ella. Tal vez, oh Jesús, tu amor por el hombre sea demasiado grande
para que podamos hacernos verdaderamente capaces de él. Tal vez, oh Padre, tu misericordia
siga pareciéndonos sólo debilidad y tu juicio se presente a nuestros ojos como demasiado duro.
Oh Dios, envía tu Espíritu para que asista a nuestra escucha, a fin de que seamos capaces de
darnos cuenta de la responsabilidad que tenemos en tu juicio y de nuestra fragilidad en tu
perdón: así encontraremos siempre las palabras con las que darte gracias y alabarte por las
bendiciones que continuamente nos reservas.