Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 13, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Haré volver los cautivos de Israel y los plantaré en su
campo * Dios anuncia la paz a su pueblo. * ¿Es que pueden guardar luto, mientras
el novio está con ellos?
Textos para este día:
Amós 9, 11-15:
Así dice el Señor: "Aquel día, levantaré la tienda caída de David, taparé sus
brechas, levantaré sus ruinas como en otros tiempos. Para que posean las primicias
de Edom, y de todas las naciones, donde se invocó mi nombre. -Oráculo del Señor-.
Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que el que ara sigue de cerca al
segador; el que pisa las uvas, al sembrador; los montes manarán vino, y fluirán los
collados. Haré volver los cautivos de Israel, edificarán ciudades destruidas y las
habitarán, plantarán viñas y beberán de su vino, cultivarán huertos y comerán de
sus frutos. Los plantaré en su campo, y no serán arrancados del campo que yo les
di, dice el Señor, tu Dios."
Salmo 84 :
Voy a escuchar lo que dice el Señor: / "Dios anuncia la paz / a su pueblo y a sus
amigos / y a los que se convierten de corazón." R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran, / la justicia y la paz se besan; / la
fidelidad brota de la tierra, / y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará
ante él, / la salvación seguirá sus pasos. R.
Mateo 9, 14-17:
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: ¿Por
qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no
ayunan?"
Jesús les dijo: ¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el
novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza
tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos,
porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino
nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan."
Homilía
Temas de las lecturas: Haré volver los cautivos de Israel y los plantaré en su
campo * Dios anuncia la paz a su pueblo. * ¿Es que pueden guardar luto, mientras
el novio está con ellos?
1. Recordando a Enrique Aranda
1.1 Perdón si esto sale demasiado personal. Es que no puedo escuchar el texto de
la primera lectura, la de Amós, sin evocar la memoria de un dominico, que fue
profesor y amigo mío, el padre Enrique Aranda.
1.2 Buen conocedor de los textos de los profetas, Enrique destacaba siempre,
cuando volvía este texto de Amós, que en el fondo de toda vida humana hay
siempre el anhelo de sembrar y ver el fruto de lo sembrado. Parece una
observación trivial pero en realidad anuncia algo muy profundo: si sentimos o no
que nuestra vida tiene sentido; o también: si sentimos o no que valen la pena
nuestros esfuerzos.
1.3 Tomemos nada más esa expresión, tan común en español: "valer la pena." Se
habla ahí de una pena, de un dolor, de algo que cuesta y que deja la marca de su
peso en la carne. Vivir no es fácil. Hay que hacer muchas apuestas, hay que aplazar
al futuro el canto mientras el presente sólo deja ver lágrimas de esfuerzo y
renuncia.
1.4 Lo que nos dice Amós es entonces que sólo en Dios el esfuerzo tiene su corona,
la vida tiene su sentido y la siembra alcanza a la cosecha. Enrique no se cansaba de
explicarnos esto de mil maneras.
2. Jesús, El Novio
2.1 Vayamos ahora al texto del evangelio de hoy. He aquí que buscando de qué
acusar al Señor le han presionado sus detractores, mas de tal acoso ha salido una
bellísima imagen: Jesús, el Novio.
2.2 Hubiera podido decirnos otras cosas, pero ha querido calificar la alegría de su
presencia con una expresión entrañable y cálida: el Novio. No es posible ayunar
cuando Él está.
2.3 Me gusta decir que Jesús no es un soltero ni un solterón; es un Novio. No ha
cancelado sus bodas, pues sigue siendo verdad lo que dijo su Padre al principio: "no
es bueno que el hombre esté solo" (Gén 2,18). Cristo no ha renunciado al
matrimonio, lo ha aplazado para el momento final. Y es tal el gozo que de allí brota,
que no es posible ayunar a la vista y degustación de tal banquete.
Fr. Nelson Medina, O.P.