EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 9,9-13:
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa
de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y
pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con
publicanos y pecadores?".
Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del
médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo
no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
comentario del Evangelio por
San Francisco de Asís (1182-1226), fundador de los Hermanos Menores
Carta a un superior de la orden franciscana
“No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”
Y en esto quiero saber si tú amas al Señor y a mí, siervo suyo y tuyo, si haces
esto, o sea que no haya ningún hermano en el mundo que, habiendo pecado todo
lo que se puede pecar, y después de haber visto tus ojos, no se vaya nunca sin tu
misericordia, si pidió misericordia. Y si no la pide, pregúntale tú a él si la quiere. Y
si luego pecara mil veces ante tus ojos, ámalo más que a mí, para que lo atraigas al
Señor; y compadécete siempre de esos tales...
Si alguno de los frailes peca mortalmente por instigación del enemigo, tendrá
que recurrir, por obediencia, a su guardián. Y todos los frailes que sepan que ha
pecado, no lo avergüencen ni hablan mal de él, mas tengan gran misericordia con
él y tengan muy secreto el pecado de su hermano, porque no necesitan de médico
los sanos, sino los enfermos. (Mt 9,12)... Igualmente estén obligados, por
obediencia, a mandarlo a su custodio con un compañero. Y el custodio se comporte
misericordiosamente con él, como quería que se comportaran con él, si se viese en
un caso semejante.
Y si cayera en otro pecado venial, se confiese con un hermano suyo
sacerdote. Y si no hubiese un sacerdote, se confiese con otro hermano suyo, hasta
que haya un sacerdote que lo absuelva canónicamente, como se ha dicho. Y éste no
tenga potestad de imponer más penitencia que esta: "Vete y no peques más".(Jn
8,11)
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