EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 9,14-17:
Entonces se acercaron los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos
no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?".
Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el
esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y
entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el
pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se
derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así
ambos se conservan!".
Comentario del Evangelio por
San Juan de la Cruz (1542-1591), carmelita descalzo, poeta, doctor de la
Iglesia
Llama de amor viva, estrf 3, 6
«El Esposo está con ellos»
Cuando uno ama y hace bien a otro, hácele bien y ámale según su condición y
propiedades; y así tu Esposo, estando en ti, como quien él es te hace las mercedes.
Porque, siendo él omnipotente, hácete bien y ámate con omnipotencia; y
siendo sabio, sientes que te hace bien y ama con sabiduría; y siendo infinitamente
bueno, sientes que te ama con bondad; y siendo santo, sientes que te ama y hace
mercedes con santidad; y siendo él justo, sientes que te ama y hace mercedes
justamente; siendo él misericordioso, piadoso y clemente, sientes su misericordia y
piedad y clemencia; y siendo fuerte y subido y delicado ser, sientes que te ama
fuerte, subida y delicadamente; y como sea limpio y puro, sientes que con pureza y
limpieza te ama; y, como sea verdadero, sientes que te ama de veras.
Y como él sea liberal, conoces que te ama y hace mercedes con liberalidad sin
algún interese, sólo por hacerte bien; y como él sea la virtud de la suma humildad,
con suma bondad y con suma estimación te ama, e igualándote consigo,
mostrándosete en estas vías de sus noticias alegremente, con este su rostro lleno
de gracias y diciéndote en esta unión suya, no sin gran júbilo tuyo: Yo soy tuyo y
para ti, y gusto de ser tal cual soy por ser tuyo y para darme a ti. ¿Quién dirá,
pues, lo que sientes, ¡oh dichosa alma!, conociéndote así amada y con tal
estimación engrandecida?
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”