Saber llevar el «vino nuevo», de Cristo al mundo.
2012-07-07
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron:
«¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?»
Jesús les respondió: «¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él
está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces si
ayunarán.
Nadie remienda un vestido viejo con un parche de tela nueva, porque el remiendo
nuevo encoge, rompe la tela vieja y así se hace luego más grande la rotura. Nadie
echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan, se tira el vino y se
echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas
se conservan». Palabra del Señor.
Oración introductoria
¡Ven, Espíritu Santo! Ilumíname para experimentar tu presencia en esta oración.
Ayúdame a dejar a un lado mis preocupaciones para darte el tiempo y la atención
que mereces. Nada hay más importante en este momento, reorienta mi vida hacia
Ti y alimenta mi amor por Ti en esta meditación.
Petición
Señor, concédeme amarte por encima de todas las cosas.
Meditación
Saber llevar el «vino nuevo», de Cristo al mundo.
«Quisiera volver aún sobre un punto esencial: la experiencia del amor tiene dentro
de sí la tensión hacia Dios. ¡El verdadero amor promete lo infinito! […] Redescubrid
para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia.
María nos enseña que el bien de cada uno depende del escuchar con docilidad la
palabra del Hijo. En quien se fía de Él, el agua de la vida cotidiana se transforma en
el vino de un amor que hace buena, bella y fecunda la vida. Caná, de hecho, es
anuncio y anticipación del don del vino nuevo de la Eucaristía, sacrificio y banquete
en el que el Señor nos alcanza, nos renueva y nos transforma. No descuidéis la
importancia vital de este encuentro; que la asamblea litúrgica dominical os
encuentre plenamente partícipes: de la Eucaristía brota el sentido cristiano de la
existencia y una forma nueva de vivir» (Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011).
Reflexión apostólica
«La comunión de vida con Cristo es lo que la Iglesia llama vida de gracia, y el
cristiano no sólo debe mantenerse fiel a ella evitando el pecado, sino que debe
desarrollarla colaborando con el Espíritu Santificador. ¿Cómo? Conociendo, amando
e imitando cada vez más a Cristo Jesús a través de la oración, de los sacramentos y
de la vivencia de la caridad» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi ,
n. 148).
Propósito
Promover, con una buena estrategia, la participación de mi familia en la Eucaristía
de mañana domingo.
Diálogo con Cristo
Jesús, la gran aspiración de mi vida es poder amarte por encima de todas las cosas.
Dame valor para poder renunciar a todo lo que me aparte de Ti; dame generosidad
para saber ayunar siempre de mí mismo, de manera que pueda llenarme de tu
amor y de tu gracia. Esto es lo único que busco, lo único que quiero Señor.
«No estamos en este mundo para hacer cosas, ni planes, ni apostolados, ni triunfar,
ni fracasar. Dios nos creó para Él. No para nosotros mismos, ni para los hombres,
ni para las obras, ni para las cosas. Dios, Dios, Dios»
( Cristo al centro, n. 654).