EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Sábado de la decimocuarta semana del tiempo ordinario
Libro de Isaías 6,1-8.
El año de la muerte del rey Ozías, yo vi al Señor sentado en un trono elevado y
excelso, y las orlas de su manto llenaban el Templo.
Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos
se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.
Y uno gritaba hacia el otro: "¡Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos! Toda
la tierra está llena de su gloria".
Los fundamentos de los umbrales temblaron al clamor de su voz, y la Casa se llenó
de humo.
Yo dije: "¡Ay de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros, y
habito en medio de un pueblo de labios impuros; ¡y mis ojos han visto al Rey, el
Señor de los ejércitos!".
Uno de los serafines voló hacia mí, llevando en su mano una brasa que había
tomado con unas tenazas de encima del altar.
El le hizo tocar mi boca, y dijo: "Mira: esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido
borrada y tu pecado ha sido expiado".
Yo oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?". Yo
respondí: "¡Aquí estoy: envíame!".
Salmo 93(92),1ab.1c-2.5.
¡Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido,
se ha ceñido de poder.
El mundo está firmemente establecido:
¡no se moverá jamás!
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.
Evangelio según San Mateo 10,24-33.
El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño.
Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño
de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa!
No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no
deba ser conocido.
Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al
oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más
bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.
¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo
de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.
Ustedes tienen contados todos sus cabellos.
No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.
Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi
Padre que está en el cielo.
Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí
ante los hombres.
comentario del Evangelio por
Odas de Salomón
Texto cristiano hebraico de principios del siglo II, N° 5
“No tengáis miedo... permaneced sin temor”
Te doy gracias, Oh Dios,
porque te amo.
Oh, Altísimo, no me desampares,
pues tu eres mi esperanza:
Libremente he recibido de ti la Gracia,
y por eso viviré.
Mis perseguidores vendrán
y no podrán encontrarme:
Una nube de oscuridad caerá sobre sus ojos;
y una espesa penumbra los oscurecerá,
No tendrán luz para verme,
y no podrán atraparme...
Han ideado un plan contra mí
pero se volverá contra ellos,
han concebido un proyecto malvado
pero no tendrán éxito.
Pues el Señor es mi esperanza,
y no tendré miedo,
el Señor es mi salvación,
no temeré.
Él es como una guirnalda (de luz) sobre mi cabeza
y no temblaré.
Incluso si todo se sacude a mi alrededor,
yo permaneceré firme;
Y aunque todas las cosas visibles perezcan,
yo no moriré, porque el Señor está conmigo
y yo estoy con Él.
Aleluya..
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”