EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Sábado de la decimosexta semana del tiempo ordinario
Libro de Jeremías 7,1-11.
Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, en estos términos:
Párate a la puerta de la Casa del Señor, y proclama allí esta palabra. Tu dirás:
Escuchen la palabra del Señor, todos ustedes, hombres de Judá que entran por
estas puertas para postrarse delante del Señor.
Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Enmienden su conducta y sus
acciones, y yo haré que ustedes habiten en este lugar.
No se fíen de estas palabras ilusorias: "¡Aquí está el Templo del Señor, el Templo
del Señor, el Templo del Señor!".
Pero si ustedes enmiendan realmente su conducta y sus acciones, si de veras se
hacen justicia unos a otros,
si no oprimen al extranjero, al huérfano y a la viuda, si no derraman en este lugar
sangre inocente, si no van detrás de otros dioses para desgracia de ustedes
mismos,
entonces yo haré que ustedes habiten en este lugar, en el país que he dado a sus
padres desde siempre y para siempre.
¡Pero ustedes se fían de palabras ilusorias, que no sirven para nada!
¡Robar, matar, cometer adulterio, jurar en falso, quemar incienso a Baal, ir detrás
de otros dioses que ustedes no conocían!
Y después vienen a presentarse delante de mí en esta Casa que es llamada con mi
Nombre, y dicen: "¡Estamos salvados!", a fin de seguir cometiendo todas estas
abominaciones.
¿Piensan acaso que es una cueva de ladrones esta Casa que es llamada con mi
Nombre? Pero yo también veo claro -oráculo del Señor-.
Salmo 84(83),3.4.5-6a.8a.11.
Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente.
Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios.
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación!
ellos avanzan con vigor siempre creciente
hasta contemplar a Dios en Sión.
Vale más un día en tus atrios
que mil en otra parte;
yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios
antes que vivir entre malvados.
Evangelio según San Mateo 13,24-30.
Y les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un hombre que
sembró buena semilla en su campo;
pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y
se fue.
Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña.
Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: 'Señor, ¿no habías
sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?'.
El les respondió: 'Esto lo ha hecho algún enemigo'. Los peones replicaron: '¿Quieres
que vayamos a arrancarla?'.
'No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar
también el trigo.
Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores:
Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el
trigo en mi granero'".
Comentario del Evangelio por
Beato John Henry Newman (1801-1890), teólogo, fundador del Oratorio en
Inglaterra
Sermones predicados en varias ocasiones, n° 9, 2.6
“Dejadlos crecer juntos hasta la cosecha”
Hay escándalos en la Iglesia, cosas censurables y vergonzosas; ningún
católico podrá negarlo. Tiene siempre que asumir el reproche y la vergüenza de ser
la madre de hijos indignos; tiene hijos que son buenos, y otros que son malos...
Dios habría podido instituir una Iglesia que fuera pura; pero predijo que la cizaña
sembrada por el enemigo, crecería con el trigo hasta la cosecha, en el fin del
mundo. Afirmó que su Iglesia sería semejante a una red de pescador "que recoge
peces de todas clases" y que no se escogen hasta el atardecer (Mt 13,47s).
Yendo más lejos todavía, declaró que los malos y los imperfectos, le
importaban más que los buenos."Muchos son los llamados, dijo, pero pocos los
escogidos" (Mt 22,14), y su apóstol dice "que subsiste un resto, elegido por gracia"
(Rm 11,5). Existe, pues sin cesar, en la historia y en la vida de los católicos, el
juego de hechos ampliamente contradictorios... Pero no nos avergonzamos, ni
escondemos el rostro entre las manos, al contrario, levantamos nuestras manos y
nuestra cara hacia nuestro Redentor.
"Como los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores..., así están
nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia" (Sal. 122,2)...
Acudimos a ti, juez justo, porque eres tú el que nos mira. No hacemos ningún caso
a los hombres, mientras te tenemos, a ti..., mientras tenemos tu presencia en
nuestras asambleas, tu testimonio y tu aprobación en nuestros corazones.
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”