Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 15, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Codician los campos y se apoderan de las casas * No te
olvides de los humildes, Señor. * Les mandó que no lo descubrieran, para que se
cumpliera lo que dijo el profeta
Textos para este día:
Miqueas 2, 1-5:
¡Ay de los que meditan maldades, traman iniquidades en sus camas; al amanecer
las cumplen, porque tienen el poder! Codician los campos y los roban, las casas, y
se apoderan de ellas; oprimen al hombre y a su casa, al varón y a sus posesiones.
Por eso, dice el Señor: "Mirad, yo medito una desgracia contra esa familia. No
lograréis apartar el cuello de ella, no podréis caminar erguidos, porque será un
tiempo calamitoso.
Aquel día entonarán contra vosotros una sátira, cantarán una elegía: "Han acabado
con nosotros, venden la heredad de mi pueblo; nadie lo impedía, reparten a
extraños nuestra tierra." Nadie os sortea los lotes en la asamblea del Señor."
Salmo 9:
¿Por qué te quedas lejos, Señor, / y te escondes en el momento del aprieto? / La
soberbia del impío oprime al infeliz / y lo enreda en las intrigas que ha tramado. R.
El malvado se gloría de su ambición, / el codicioso blasfema y desprecia al Señor. /
El malvado dice con insolencia: / "No hay Dios que me pida cuentas." R.
Su boca está llena de maldiciones, / de engaños y de fraudes; / su lengua encubre
maldad y opresión; / en el zaguán se sienta al acecho / para matar a escondidas al
inocente. R.
Pero tú ves las penas y los trabajos, / tú miras y los tomas en tus manos. / A ti se
encomienda el pobre, / tú socorres al huérfano. R.
Mateo 12, 14-21:
En aquel tiempo, los fariseos, al salir, planearon el modo de acabar con Jesús. Pero
Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron. El los curó a todos,
mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías:
"Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi
espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no
voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo
apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las naciones".
Homilía
Temas de las lecturas: Codician los campos y se apoderan de las casas * No te
olvides de los humildes, Señor. * Les mandó que no lo descubrieran, para que se
cumpliera lo que dijo el profeta
1. La Hora de los Inicuos
1.1 De un modo tan gráfico como completo la primera lectura nos muestra la
historia, tantas veces repetida, del abuso del poder: "traman el mal en su cama, y
en cuanto es de día lo ejecutan, porque tienen el poder en su mano."
1.2 La diferencia en este caso es que Dios declara la guerra a quienes obran de ese
modo. Dios no es neutro: se opone a la injusticia y asegura que mostrará a quienes
creen controlarlo todo que no pueden hacer siempre su voluntad.
1.3 Es un mensaje muy duro pero también muy necesario. ¿Preferiríamos acaso un
Dios que dejara obrar a cada quien y que se olvidara de los pequeños? Y sin
embargo, estas ideas de justicia tendrán que ser aún levantadas y purificadas por
la predicación del Evangelio, pues es más perfecto vencer al pecado que vencer a
los pecadores.
2. Unidos contra el Mesías
2.1 El mal se da mañas para crear un remedo de la unidad que es propia y privativa
del bien y de lo bueno.
2.2 Principio de unidad verdadera es el bien, que nace del amor y se sostiene en la
verdad; mas el mal remeda al bien y necesita de algún bien para poder subsistir,
según enseña santo Tomás de Aquino.
2.3 Tal es el caso con la escena de mezquinos intereses que nos presenta el
evangelio de hoy: los fariseos se confabulan para acabar con Jesús. Han pasado de
la desconfianza al desprecio, y del desprecio al fastidio y al odio. No toleran el
mensaje de Jesús; no soportan la escandalosa simplicidad de su mensaje de amor;
les duele perder sus privilegios y su aire de autoridad sobre un pueblo que ya no los
venera ni los sigue, porque ahora conoce a su Creador y puede abrazar la dulce
compasión de su Redentor.
Fr. Nelson Medina, O.P.