Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 16, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Te han explicado, hombre, lo que Dios desea de ti * Al
que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios. * Cuando juzguen a esta
generación, la reina del Sur se levantará
Textos para este día:
Miqueas 6, 1-4. 6-8:
Escuchad lo que dice el Señor: "Levántate y llama a juicio a los montes, que
escuchen los collados tu voz."
Escuchad, montes, el juicio del Señor; atended, cimientos de la tierra: El Señor
entabla juicio con su pueblo y pleitea con Israel: "Pueblo mío, ¿qué te hice o en qué
te molesté? Respóndeme. Te saqué de Egipto, de la esclavitud te redimí, y envié
por delante a Moisés, Aarón y María."
"¿Con qué me acercaré al Señor, me inclinaré ante el Dios de las alturas? ¿Me
acercaré con holocaustos, con novillos de un año? ¿Se complacerá el Señor en un
millar de carneros, o en diez mil arroyos de grasa? ¿Le daré un primogénito para
expiar mi culpa; el fruto de mi vientre, para expiar mi pecado?"
"Te han explicado, hombre, el bien, lo que Dios desea de ti: simplemente, que
respetes el derecho, que ames la misericordia y que andas humilde con tu Dios."
Salmo 49:
"Congregadme a mis fieles, / que sellaron mi pacto con un sacrificio." / Proclame el
cielo su justicia; / Dios en persona va a juzgar. R.
"No te reprocho tus sacrificios, / pues siempre están tus holocaustos ante mí. / Pero
no aceptaré un becerro de tu casa, / ni un cabrito de tus rebaños." R.
"¿Por qué recitas mis preceptos / y tienes siempre en la boca mi alianza, / tú que
detestas mi enseñanza / y te echas a la espalda mis mandatos?" R.
"Esto haces, ¿y me voy a callar? / ¿Crees que soy como tú? / Te acusaré, te lo
echaré en cara. / El que me ofrece acción de gracias, / ése me honra; / al que sigue
buen camino / le haré ver la salvación de Dios." R.
Mateo 12, 38-42:
En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro,
queremos ver un signo tuyo."
Él les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le
dará mas signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre
del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la
tierra.
Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la
condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno
que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la
condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón."
Homilía
Temas de las lecturas: Te han explicado, hombre, lo que Dios desea de ti * Al
que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios. * Cuando juzguen a esta
generación, la reina del Sur se levantará
1. La Voluntad de Dios
1.1 Una vez que uno empieza a caminar, quizá con paso vacilante, por los caminos
del Señor no tardan en aparecer preguntas que pueden ser difíciles de contestar y
que terminan resumiéndose en una sola: ¿qué es lo que Dios quiere? ¿Cuál es su
voluntad?
1.2 En efecto, la vida de pecado se caracteriza por una consigna: "voy a hacer mi
deseo, haré lo que me venga en gana." Es lógico entonces que, cuando nos
acercamos al Señor y su gracia nos transforma, empezamos a preguntarnos no por
nuestros gustos, sino por los de Dios, y no por nuestra voluntad, sino por la suya.
1.3 Aunque no hay recetas para hallar la voluntad divina (las "recetas" se parecen
más a lo que pretende la magia) sí hay en la Escritura un buen número de claves
que nos ayudan especialmente a disponer el corazón para acoger el querer de Dios.
Una de esa claves está en la primera lectura de hoy, que es como un precioso
resumen de la Ley de Moisés: "practicar la justicia, amar la misericordia, y andar
humildemente con tu Dios."
1.4 Justicia, misericordia y humildad son el regalo que nos da Miqueas, el profeta
de Dios. O mejor: son el regalo del amor de Dios que quiere sintonizar nuestro
corazón con el suyo y darnos vida abundante.
2. Grandeza y misterio de Jesús
2.1 Jesús puede parecer pequeño, porque es humilde; y débil, porque no es
agresivo; y pobre, porque no es ostentoso. Pero Jesús es grande, en realidad, y
más grande que los grandes del Antiguo Testamento. Así lo testifica él mismo, para
nuestro bien, en el evangelio de hoy.
2.2 De esta escena opaca podemos aprender cosas luminosas, sin embargo. Ante
todo, que el misterio de Cristo y la grandeza de su mensaje no son "obvios". Uno
puede estar cerca del Redentor sin descubrirlo, y en un caso extremo, uno puede
desfallecer sin darse cuenta del brazo fuerte del Salvador, que está ahí junto a
nosotros.
2.3 También aprendemos de aquí a no ser excesivamente duros con los demás,
especialmente si no comparten nuestra fe o nuestro fervor o nuestro apostolado.
Da gracias por la fe que tienes, que no será mayor porque critiques a quien no la
tiene. Da gracias por el amor o el entusiasmo o la alegría que te mueven, que no
van a ser mayores ni mejores porque los eches de menos en los que no los tienen.
Fr. Nelson Medina, O.P.