Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Julio 25
Fiesta del Apóstol Santiago
------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago * Oh Dios,
que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. * Llevamos en el cuerpo
la muerte de Jesús * Mi cáliz lo beberéis
Textos para este día:
Hechos 4,33;5,12.27-33;12,2:
En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús
con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los
condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: "¿No os
habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis
llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la
sangre de ese hombre." Pedro y los apóstoles replicaron: "Hay que obedecer a Dios
antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien
vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó,
haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de
los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los
que le obedecen." Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más
tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.
Salmo 66:
El Señor tenga piedad y nos bendiga, / ilumine su rostro sobre nosotros; / conozca
la tierra tus caminos, / todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones, / porque riges el mundo con justicia, / riges los
pueblos con rectitud / y gobiernas las naciones de la tierra. R.
La tierra ha dado su fruto, / nos bendice el Señor, nuestro Dios. / Que Dios nos
bendiga; que le teman / hasta los confines del orbe. R.
2 Corintios 4,7-15:
Hermanos: Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se
vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos
aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no
desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos
rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras
vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús;
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la
muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros.
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: "Creí, por eso hablé",
también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al
Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo
es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento,
para gloria de Dios.
Mateo 20,20-28:
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se
postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó:
"Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro
a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber
el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo
beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo,
es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero
Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y
que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande
entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre
vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para
que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."
Homilía
Temas de las lecturas: El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago * Oh Dios,
que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. * Llevamos en el cuerpo
la muerte de Jesús * Mi cáliz lo beberéis
1. Historia y Leyenda de Santiago en España
1.1 ¿Por qué se asocia el apóstol Santiago, llamado en la Biblia "el mayor" con
España? Hay una página (http://www.red2000.com/spain/santiago/1histor.html)
que nos lo explica.
1.2 En el Noroeste de España, en la céltica y verde Galicia, a la que los romanos
llamaron "Finis Terrae", por ser el extremo más occidental del mundo hasta
entonces conocido, cuenta la tradición que estuvo el Apóstol Santiago, como llaman
los españoles a Jacob el hijo de Zebedeo y hermano de Juan el Evangelista.
1.3 Cuentan las confusas narraciones de los primeros años de la cristiandad que a
él le fueron adjudicadas las tierras españolas para predicar el Evangelio, y que en
esta tarea llegó hasta la desembocadura del río Ulla. Sin embargo con poco éxito y
escaso número de discípulos, decidió su vuelta a Jerusalén.
1.4 Cuando regresó a Palestina, en el año 44, fue torturado y decapitado por
Herodes Agripa, y se prohibió que fuese enterrado. Sin embargo sus discípulos, en
secreto, durante la noche trasladaron su cuerpo hasta la orilla del mar, donde
encontraron una barca preparada para navegar pero sin tripulación. Allí depositaron
en un sepulcro de mármol el cuerpo del apóstol que llegaría tras la travesía
marítima, remontando el río Ulla hasta el puerto romano, en la costa Gallega, de
Iria Flavia, la capital de la Galicia romana. Allí enterraron su cuerpo en un
compostum o cementerio en el cercano bosque de Liberum Donum, donde
levantaron un altar sobre el arca de mármol.
1.5 Tras las persecuciones y prohibiciones de visitar el lugar, se olvidó la existencia
del mismo, hasta que en el año 813 el eremita Pelayo observó resplandores y
cánticos en el lugar. En base a este suceso se llamaría al lugar Campus Stellae, o
Campo de la Estrella, de donde derivaría al actual nombre de Compostela.
1.6 El eremita advirtió al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien después de
apartar la maleza descubrió los restos del apóstol identificados por la inscripción en
la lápida. Informado el Rey Alfonso II del hallazgo, acudió al lugar y proclamó al
apóstol Santiago patrono del reino, edificando allí un santuario que más tarde
llegaría a ser la Catedral. A partir de esta declaración oficial los milagros y
apariciones se repetirían en el lugar, dando lugar a numerosas historias y leyendas
destinadas a infundir valor a los guerreros que luchaban contra los avances del Al-
Andalus y a los peregrinos que poco a poco iban trazando el Camino de Santiago.
1.7 Una de ellas narra como Ramiro I, en la batalla de Clavijo, venció a las tropas
de Abderramán II ayudado por un jinete sobre un caballo blanco que luchaba a su
lado y que resultó ser el Apóstol. A partir de entonces surgió el mito que lo convirtió
en patrón de la reconquista.
1.8 A partir del s. XI Santiago ejerció una fuerte atracción sobre el cristianismo
europeo y fue centro de peregrinación multitudinaria, al que acudieron reyes,
príncipes y santos.
1.9 En los s. XII y XIII, época en que se escribió el "Códice Calixtino"; primera guia
del peregrino, la ciudad alcanzó su máximo esplendor. El Papa Calixto II concedió a
la Iglesia Compostelana el "Jubileo Pleno de del Año Santo" y Alejandro III lo
declaró perpetuo, convirtiendose Santiago de Compostela en Ciudad Santa junto a
Jerusalén y Roma. El Año Santo se celebra cada vez que la festividad del Apóstol, el
25 de Julio, cae en Domingo.
2. ¿Quién era Santiago, el Mayor?
2.1 El apóstol que la tradición cristiana llama Santiago el Mayor era uno de los dos
hijos de Zebedeo y Salomé; su hermano fue Juan el Evangelista, también apóstol.
2.2 Invitado por Jesús "junto a su hermano e inmediatamente después de Pedro y
Andrés- a hacerse “pescador de hombres", fue uno de los apóstoles que tuvo una
relación más íntima y cercana con el hijo de Dios.
2.3 Le acompañó en los primeros días de la difusión de la palabra; estuvo presente
en el Monte de los Olivos recibiendo de los labios de Jesús el anuncio de la
destrucción del templo de Jerusalén, de la completa ruina de la ciudad y de las
catástrofes que precederán al final de los tiempos; y fue testigo de la última
aparición de Jesús en Galilea tras su resurrección.
2.4 Murió, entre los años 41 y 44, decapitado por orden de Herodes Agripa I,
cuando el rey de los judíos, en un intento postrero e inútil de conseguir la confianza
de Roma, intensificó la persecución de las primeras comunidades cristianas.
2.5 Según la tradición, a la muerte de Jesús los apóstoles se repartieron los lugares
en que debían predicar, correspondiéndole a Santiago España y las regiones
occidentales.
3. Significado de la vida y martirio de Santiago
3.1 La arquidiócesis de Compostela nos regala esta reflexión en el día de la
solemnidad de Santiago (http://www.archicompostela.org).
3.2 Esta celebración es un momento providencial para recordar que estamos
edificados sobre el cimiento de los apóstoles, que Cristo es la piedra angular y que
la Iglesia. fundada por Él, iluminadora de la entraña del hombre y de la esperanza
de los mortales, recibe la misión de anunciar, afirmando sin reducciones el mensaje
del cristianismo, para que el hombre descubra con claridad la verdad íntima sobre
el significado de su vida, de su actividad y de su muerte, y alcance la vida eterna.
Es una llamada a vivir con altura espiritual y recordar el destino trascendente de
nuestra naturaleza original que nos urge a buscar el porqué último de la existencia
en todos los entresijos de la vida y en todas sus implicaciones, trabajando para que
la sociedad sea un espacio de sincero diálogo, de pacífica convivencia, de verdadera
fraternidad y de solidaridad humana.
3.3 Este esfuerzo de reflexión sobre el misterio del hombre define nuestra cultura
en el intento de concretar el sentido de la vida humana y lograr el acercamiento al
más grande de los misterios: el misterio de Dios. Cristo, respuesta a los
interrogantes en nuestro peregrinar, nos pregunta también si somos capaces de
beber su cáliz, y nos alienta a decirle: "Lo somos", porque "una fuerza tan
extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros".
3.4 Sólo la conciencia atenta y apasionada de nosotros mismos puede abrirnos de
par en par la puerta para conocer, admirar, y seguir a Cristo que se ha solidarizado
con la suerte y situación de cada hombre. Reconocer la presencia divina en el
hombre cierra toda posibilidad a una falsa absolutización o divinización de lo
humano, y a cualquier forma de pensamiento, de cultura o de política que reduzca
al hombre a un medio para otros fines, obligándolo a adorar a los ídolos de este
mundo.
3.5 El apóstol Santiago acreditó su compromiso con el Señor en el martirio, que
sigue siendo una posibilidad en sus diferentes formas.
Fr. Nelson Medina, O.P.