“EL PAN COMPARTIDO”
Carta pastoral de Monseñor Juan Rubén Martínez, Obispo de Posadas
Décimo séptimo domingo durante el año – 29 de julio de 2012
El Evangelio de este domingo (Jn6, 1-15), nos relata la multiplicación de los panes. Por un
lado la preocupación del Señor “por el gentío que acudía a Él,” porque no tenían para
comer. Pero también este relato tiene una referencia al tema de la eucaristía y es en este
mismo capítulo seis de San Juan en que el Señor dice: “Yo soy el pan Vivo que ha bajado
del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y
la daré para la vida del mundo” (v51). En la raíz del relato esta la mirada compasiva del
Señor a la multitud porque estaban como ovejas sin Pastor. Es una mirada que parte del
Amor. La eucaristía y toda la realidad que implica el pan compartido y la solidaridad social
necesitan fundamentalmente de la comprensión correcta del amor. Lamentablemente hoy se
usa mucho la palabra amor y se vacía la maravilla de su significado, o bien se la tergiversa
y banaliza.
Un texto que puede ayudarnos a profundizar el evangelio de este domingo ligada a la
mirada compasiva del Señor, la caridad y la eucaristía, lo podemos encontrar en la
exhortación “Sacramentum Caritatis” del Papa Benedicto, donde en una parte de la misma
señala: “El pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo” (Jn. 6,51). Con estas
palabras el Señor revela el verdadero sentido del don de la propia vida por todos los
hombres y muestra también la íntima compasión que Él tiene por cada persona. En efecto
los Evangelios nos narran muchas veces los sentimientos de Jesús por los hombres, de
modo especial por los que sufren y los pecadores (Mt. 20,34;Mc. 6,54; Lc. 9,41). Mediante
sus sentimientos profundamente humanos, Él expresa la intensión salvadora de Dios para
todos los hombres a fin que lleguen a la vida verdadera. Cada celebración eucarística
actualiza sacramentalmente el don de la propia vida que Jesús ha hecho en la Cruz por
nosotros y por el mundo entero. Al mismo tiempo en la eucaristía Jesús nos hace testigos
de la compasión de Dios para cada hermano y hermana. Nace así, en torno al misterio
eucarístico, el servicio de la caridad para con el prójimo, que “consiste justamente en que,
en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni siquiera
conozco…Por consiguiente nuestras comunidades, cuando celebran la Eucaristía han de
ser cada vez mas consientes de que el sacrificio de Cristo es para todos, y por eso la
eucaristía impulsa a todo el que cree en Él a hacerse “Pan partido” para los demás, y por
tanto a trabajar por un mundo más justo y fraterno… en verdad la vocación de cada uno de
nosotros consiste en ser junto con Jesús, pan partido, para la vida del mundo”(88).
En esta reflexión quiero recordar que el próximo domingo 5 de agosto celebramos al
Patrono de nuestro Seminario Diocesano “Santo Cura de Ars”. La misa será las 11 de la
mañana en el mismo seminario con todos los que quieran acompañarnos. En nuestro
seminario hay 25 seminaristas, junto a otros jóvenes que participan de un proceso de
discernimiento de su vocación desde los campamentos o encuentros mensuales
denominados “Emaús” y “Cafarnaúm”. Todo ello implica algunos esfuerzos, dedicación de
sacerdotes, inversión económica, para adecuar instalaciones y para apoyar el proceso que se
va dando. No dudamos en afirmar con certeza que es Dios el que acompaña esta obra con
su providencia. Pero todos como Iglesia debemos sentirnos responsables por eso me animo
a pedirles que sigan rezando fuerte por nuestro Seminario. Les agradezco todos los aportes,
donaciones, bonos contribución que nos ayudan para sostener la formación de los
seminaristas. En la evangelización de nuestra Diócesis hay muchas cosas fundamentales,
pero el apoyo a nuestros seminaristas nos alientan en la esperanza.
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas