Cuidar la gracia recibida de Dios.
2012-07-28
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: «El Reino de
los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero
mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña
entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la
espiga, apareció también la cizaña.
Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: “Seor, ¿qué no sembraste
buena semilla en tu campo? ¿De dnde, pues, sali esta cizaa?”. El amo les
respondi: “De seguro lo hizo un enemigo mío”. Ellos le dijeron: “¿Quieres que
vayamos a arrancarla?”. Pero él les contest: “No. No sea que al arrancar la cizaa,
arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha
y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y
átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero”».
Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, inicio mi oración pidiendo perdón por no corresponder a tu amor. Tú sabes
que en mi vida hay mucha cizaña pero, gracias a tu misericordia, también hay buen
trigo. Concédeme en esta oración purificar mi corazón, mis hábitos, defectos y
debilidades, para ser un cristiano más auténtico y un verdadero apóstol de tu
Reino.
Petición
Señor, vence con tu misericordia mi malicia y dame la gracia de amarte más cada
día.
Meditación
Cuidar la gracia recibida de Dios.
«Jesús compara el Reino de los cielos con un campo de trigo para darnos a
entender que dentro de nosotros se ha sembrado algo pequeño y escondido, que
sin embargo tiene una fuerza vital que no puede suprimirse. A pesar de los
obstáculos, la semilla se desarrollará y el fruto madurará. Este fruto será bueno
sólo si se cultiva el terreno de la vida según la voluntad divina. Por eso, en la
parábola de la cizaña, Jesús advierte que, después de la siembra del dueño,
“mientras todos dormían”, aparece “su enemigo”, que siembra la cizaña. Esto
significa que tenemos que estar preparados para custodiar la gracia recibida desde
el día del bautismo, alimentando la fe en el Señor, que impide que el mal eche
raíces. San Agustín, comentando esta parábola, observa que “primero muchos son
cizaa y luego se convierten en grano bueno”. Y agrega: “si éstos, cuando son
malos, no fueran tolerados con paciencia, no lograrían el laudable cambio”»
(Benedicto XVI, 17 de julio de 2011).
Reflexión apostólica
«Ninguna acción humana, por más eficiente que sea, puede producir un verdadero
fruto apostólico si no está acompañada de la acción sobrenatural de Dios en los
corazones. Por ello, el principio de eficacia se concibe siempre intrínsecamente
vinculado con la acción preeminente de Dios y la colaboración de los hombres,
sobre todo a través de la oración y el sacrificio personal» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 327).
Propósito
Que todo lo que haga, lea, vea o escuche hoy, sea digno del Espíritu Santo quien
quiero que viva en mí.
Diálogo con Cristo
Jesús, gracias por tu paciencia y comprensión ante mi debilidad. Dame la fuerza de
tu Espíritu Santo para que sea capaz de arrancar enérgicamente toda la cizaña que
disimuladamente he dejado crecer en mi vida. Me ofrezco a Ti con todo lo que soy,
porque no quiero que haya nada en mí que no te pertenezca. Quiero vivir mi fe con
autenticidad y con un espíritu puro y nuevo.
«El apóstol del Reino busca frutos concretos, tangibles, efectivos, abundantes. Es
Dios y sólo Él quien hace fructificar nuestra labor. Y sólo Él sabrá medirlos
debidamente»
( Cristo al centro, n. 406).