XVII Semana del Tiempo Ordinario, Año Par
Sabado
Quien sigue a Jesús, puede ser castigado por los poderes del mundo, y por
ese sacrificio se dará la salvación
“En aquel tiempo, oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús
y dijo a sus ayudantes: -«Ése es Juan Bautista, que ha resucitado de
entre los muertos, y por eso los poderes actúan en él.» Es que
Herodes había mandado prender a Juan y lo habla metido en la
cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano
Filipo; porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con
ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo
tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de
Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes que
juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: -
«Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista.» El
rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la
dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en
una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su
madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron
a contárselo a Jesús” (Mateo 14,1-12).
1. Juan Bautista y Jesús... Se comparaba el uno al otro. En todo el
evangelio subyace esta comparación. Esto prueba el impacto que la
predicación de Juan Bautista había tenido en la opinión pública.
-“ Oyó Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo: "Ese es Juan
Bautista que ha resucitado..."” Herodes no tenía buena conciencia.
Había mandado decapitar al profeta; pero temía un castigo divino. Y, de
lejos, ¡Jesús le aparecía como una reviviscencia de aquél que había creído
decapitar! No basta creer en lo "maravilloso", para creer verdaderamente
en Dios.
-“ En efecto, Herodes, había mandado prender a Juan a causa
de Herodías, mujer de su hermano Felipe, pues Juan le decía: "¡No
te es lícito tenerla por mujer!"” "El evangelio no es neutro". Toma
posición... y quien es fiel, puede ser mártir... Hoy, como ayer, la defensa de
la vida, de la libertad religiosa, de la dignidad humana, puede hacer perder
el prestigio, el empleo, o la misma vida a tantos. ¿Somos capaces de
comprometernos por la verdad, la justicia, la moral? Señor, ten
piedad de nosotros. Danos el valor de decir la verdad, cueste lo que cueste.
Este Herodes Antipas es el mismo de la pasión, hijo de Herodes el
Grande (Lc 2,1-18 que vemos en el nacimiento de Jesús) y gobernaba las
regiones de Galilea y Perea, estaba casado con una hija de un rey de Arabia
pero vivía en concubinato con Herodías. El historiador Flavio Josefo nos dice
que la hija de Herodías se llamaba Salomé, la que baila: “ danza una
joven, su madre siente rebosar crueldad, entre los placeres y
lascivias de los comensales se jura temerariamente, e impíamente
se cumple lo jurado ” (S. Agustín), cometen un crimen. Es el anti-ejemplo
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del gobernante, y de lo que no se debe jurar, y cuándo no se debe cumplir
un juramento… “ es malo prometer el reino como recompensa por un
baile, es cruel conceder la muerte de un profeta por mantener un
juramento ” (S. Ambrosio).
Jesús, a ti te espera el mismo destino que a tu precursor. Un profeta
auténtico no sólo es rechazado en su tierra -como decía Jesús ayer-, sino
que ese rechazo termina, muchas veces, con la muerte. “ El ávido dragón
degustaba la cabeza del siervo, teniendo ansias de la Pasión del
Señor ” (S. Pedro Crisólogo).
-“ El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó
en público, y le gustó tanto a Herodes que juró darle lo que pidiera.
"¡Dame, ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan
Bautista!"” Juan Bautista, el más "grande de todos los profetas" según las
palabras de Jesús... el que "bautizó" a Jesús en el Jordán... termina su vida
por el capricho de una persona. ¿Cómo es posible, Señor, que tus
amigos estén tan a menudo a la merced de los grandes de este
mundo? ¿Por qué tus amigos parecen todos fracasar humanamente?
Mientras triunfan los impíos, aquellos que se mofan de las leyes elementales
de la justicia y de la moral... El misterio de tu cruz está ya presente en esa
cárcel en la que se corta la cabeza a un profeta, en esa corte escandalosa
donde baila una mozuela, en ese festín abominable en el cual, y mientras se
sirven los mejores vinos, se presenta la cabeza de un hombre en una
hermosa bandeja cincelada. Dichosos los pobres, para ellos es el reino
de los cielos. En cualquier lugar donde sufre un hombre, eres tú,
Jesús, el que sufre y al que se tortura .
-“ El rey se entristeció, pero debido a los juramentos que había
hecho, ordenó decapitar a Juan en su prisión”. La figura del Bautista
es recia y admirable, en su coherencia, en la lucidez de su predicación y de
sus denuncias. También en eso es Precursor de Jesús. “ ¿Qué mal le ha
causado su final a este hombre justo? ¿Qué ha podido hacer su
muerte violenta? (…) No fue una muerte, sino una victoria lo que él
recibió, no fue el fin de una vida, sino el comienzo de una mayor.
Aprende a comportarse como un cristiano, y no sólo no te causará
daño nada, sino que ganarás mejores recompensas ” (S. Juan
Crisóstomo).
Figura de tantos cristianos que han muerto víctimas de la intolerancia
por el testimonio que daban contra situaciones inaguantables, es ahora
Juan profeta mudo que nos muestra cómo ser luz y sal y fermento de este
mundo. O sea, profetas. Profetas son los que interpretan y viven las
realidades de este mundo desde la perspectiva de Dios . Por eso,
muchas veces, tienen que denunciar el desacuerdo entre lo que debería ser
y lo que es, entre lo que Dios quiere y lo que los intereses de determinadas
personas o grupos pretenden. Un cristiano deberá estar dispuesto a todo.
Ya anunció Jesús a los suyos que los llevarían a los tribunales, que
los perseguirían, que los matarían. Como a él. Y, sin embargo, vale
la pena ser coherentes y dar testimonio del mensaje de Jesús en
nuestro mundo, empezando por nuestra familia, grupo o comunidad
(J. Aldazábal).
Queda Herodes como símbolo de lo mundano, de una pobre
humanidad, mezcla de debilidad y de buenas intenciones. Ten piedad de
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nosotros, Señor. Ten piedad de las víctimas y de los verdugos. Ten
piedad de los que se divierten desenfrenadamente. Ten piedad de
los que hacen mofa de la persona humana, de la vida humana .
-“ Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron
a contárselo a Jesús”. Es pues en un contexto de ese género en el que Tú
has vivido, Señor. Juan, era tu primo, tu precursor... Sí, él te precedía. Tu
propia muerte está cerca (Noel Quesson).
2. El libro de Jeremías (26,11-16.24) nos cuenta:
-“ Los sacerdotes y los profetas dijeron a los magistrados y a
todo el pueblo: «Este hombre, Jeremías, merece la muerte porque
ha profetizado contra esta ciudad: lo habéis oído con vuestros
propios oídos»”. Sorprende la correspondencia de esa escena y el proceso
de Jesús, donde Dios va hasta dejarse juzgar y quebrantar,
aparentemente... y en ese exceso de amor está su triunfo final.
Si Jeremías es figura de Cristo, hay que decir también que
todo hombre que sufre por la justicia participa en cierta manera de
ese mismo misterio: la Pasión de Jesús se continúa por doquier que
haya hombres que sufran . San Pablo decía: « Me alegro de los
padecimientos que soporto por vosotros -es también acusado y
encarcelado- porque completo en mi carne lo que falta a las
tribulaciones de Cristo por su Cuerpo, que es la Iglesia” (Colosenses
1,24)
-“ Jeremías, dirigiéndose a los magistrados y a todo el pueblo,
dijo: El Señor me ha enviado a anunciar sobre este Templo y esta
ciudad, todo lo que habéis oído”. Jesús dirá también: " Yo para esto he
nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad " (Jn
18,37). " Aquel a quien Dios ha enviado habla el lenguaje de Dios "
(Juan 3,34).
-“ Ahora pues, mejorad vuestros caminos y vuestras obras,
escuchad la llamada del Señor. Entonces se arrepentirá el Señor del
mal que ha pronunciado contra vosotros”. Todo puede arreglarse si
escucháis, si cambiáis de vida.
Jesús hablará también de conversión: « Si no creéis que Yo Soy,
moriréis en vuestros pecados » (Juan 8,24). « Si no os convertís, todos
pereceréis del mismo modo » (Lucas 13, 2).
-“ En cuanto a mí, heme aquí en vuestras manos. Haced
conmigo lo que os parezca bueno y justo. Empero sabed que, si me
matáis, sangre inocente cargaréis sobre vosotros y sobre esta
ciudad y sus moradores” . Es inocente, pero no le escuchan. Nos parece
escuchar a las gentes que gritarán la muerte de Jesús: « Que caiga su
sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos » (Mateo 27,25).
-“ Entonces los magistrados y todo el pueblo dijeron a los
sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no merece la muerte,
porque ha hablado en nombre del Señor»” El pueblo sencillo de los
pobres está de parte de Jesús, mientras que las autoridades oficiales
buscan perderle (Noel Quesson).
3. La oración del salmo nos ayuda a fomentar la fe en que Dios saca
de todo algo bueno, y al final pone justicia: « arráncame del cieno, que
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no me hunda, líbrame de los que me aborrecen y de las aguas sin
fondo ». También le decimos: « que no me arrastre la corriente, que no
me trague el torbellino ».
Llucià Pou Sabaté
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