Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 17, Martes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros *
Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre. * Lo mismo que se arranca la cizaña y
se quema, así será al fin del tiempo
Textos para este día:
Jeremías 14, 17-22:
Mis ojos se deshacen en lágrimas, día y noche no cesan: por la terrible desgracia de
la doncella de mi pueblo, una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada; entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá? ¿Tiene asco tu garganta de Sión? ¿Por qué
nos has herido sin remedio? Se espera la paz, y no hay bienestar, al tiempo de la
cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad, la culpa de nuestros padres, porque
pecamos contra ti. No nos rechaces, por tu nombre, no desprestigies tu trono
glorioso; recuerda y no rompas tu alianza con nosotros. ¿Existe entre los ídolos de
los gentiles quien dé la lluvia? ¿Soltarán los cielos aguas torrenciales? ¿No eres,
Señor, Dios nuestro, nuestra esperanza, porque tú lo hiciste todo?
Salmo 78:
No recuerdes contra nosotros / las culpas de nuestros padres; / que tu compasión
nos alcance pronto, / pues estamos agotados. R.
Socórrenos, Dios, salvador nuestro, / por el honor de tu nombre; / líbranos y
perdona nuestros pecados / a causa de tu nombre. R.
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo: / con tu brazo poderoso, salva a los
condenados a muerte. / Mientras, nosotros, pueblo tuyo, / ovejas de tu rebaño, / te
daremos gracias siempre, / contaremos tus alabanzas / de generación en
generación. R.
Mateo 13, 36-43:
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le
acercaron a decirle: "Acláranos la parábola de la cizaña en el campo". El les
contestó: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el
mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios
del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo,
y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así
será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su
Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí
será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el
Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga"
Homilía
Temas de las lecturas: Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros *
Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre. * Lo mismo que se arranca la cizaña y
se quema, así será al fin del tiempo
1. Testimonio de Arrepentimiento
1.1 La Biblia es tan completa que nos enseña no sólo cómo sucede la desgracia
entre las desgracias, que es el hecho de pecar, sino también cómo el amor de Dios
va haciendo su obra sacándonos de la desgracia e introduciéndonos en la gracia. El
comienzo de esa obra se llama arrepentimiento.
1.2 Jeremías, el que es llamado "profeta de desgracias," es también en este sentido
el gran profeta que apunta hacia la gracia. Su palabra es tan vigorosa en mostrar la
seriedad del pecado humano como la seriedad del amor divino, que no es más terco
el hombre en pecar que Dios en perdonar. Por eso hoy el profeta nos enseña a orar,
juntando la humildad con la confianza, y la verdad de la miseria que es tan propia
nuestra con la verdad de la misericordia que es tan propia de nuestro Dios.
1.3 Importante también en este sentido cómo la conversión es un acto de
afirmación de la soberanía de Dios. Más importante que proclamar cuán poco
somos es el anunciar que él es el único y verdadero, y que todas nuestras
búsquedas idolátricas son mentira y falsedad. Lo central del arrepentimiento
entonces es el amor que restaura en su lugar único al Dios que merece toda la
gloria.
2. Una Visión del Ultimo Día
2.1 El evangelio, por su parte, nos ofrece una visión del día final. Con los símbolos
propios de la apocalíptica de su tiempo, Jesús nos habla de una gran "cosecha" en
que el fruto verdadero (trigo) es por fin puesto aparte de lo que parecía trigo sin
serlo (cizaña). El juicio es el tiempo de la verdad; es lo primero que hemos de
saber y recordar.
2.2 Es interesante notar quiénes son los condenados: son los agentes de iniquidad
(los malvados, cosa que podíamos imaginar), y son también los que ponen
tropiezos o son tropiezo para los otros (los que causan "escándalo", según la
palabra tradicional). Esto nos enseña que es por lo menos tan grave ocultar el bien
como hacer el mal.
2.3 Podemos preguntarnos por ese fuego eterno, que para muchos es como un
obstáculo para admitir que Dios existe, o por lo menos que un Dios bueno existe. Al
respecto, notemos que tal fuego es evidentemente una manera de describir lo que
padecerán los condenados. Y dentro de esa lógica del texto notemos también que
tal fuego no aparece alimentado por nada distinto de los mismos condenados, es
decir, la cizaña misma. Es su misma condición, es su propia opción la que marca
ese lugar como lugar de condenación. Infierno es cerrarse perpetua y
obstinadamente al amor. Luego es muy fácil vencer al infierno y librarse de él:
basta con abrirse al amor que Dios ofrece y creer en su oferta de gracia que nos
salva.
Fr. Nelson Medina, O.P.