“la buena semilla son los ciudadanos del Reino”
Mt 13, 36-43
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. JESÚS DESPIDIÓ A LA GENTE Y SE FUE A SU CASA
Jesús se fue a su casa, allí se le acercan los discípulos y le dijeron: - Explícanos
la parábola de la cizaña sembrada en el campo – Jesús le explica solamente a
sus amigos más íntimos, como una instrucción especial, ya que estos se la piden
expresamente. ¿No habían entendido con claridad lo que les manifestaba Jesús?,
nos ocurre a veces que no entendemos las cosas de Dios.
En efecto, sucede que muchas veces no nos damos cuenta que Dios nos
manifiesta algo, esto es porque no dejamos hacer en nosotros y porque no le
prestamos la debida atención y además no nos acercamos lo suficiente a El.
Hemos lamentado muchas veces que si nos hubiéramos acercado al Señor,
hubiéramos penetrado en su Espíritu, entonces nos hemos privado de muchos
bienes por la falta de espiritualidad, los hemos perdido por ser superficiales. El
mayor trato e intimo con el Señor, nos hará comprender de mejor forma lo que
El quiere decirnos, busquémosle en la oración y hagamos de esta algo
constante. El acercamiento al Dios, el amor a El, permitirá que nos haga
confidentes de sus cosas.
2. "EL QUE SIEMBRA LA BUENA SEMILLA ES EL HIJO DEL
HOMBRE”
Jesús nos aclara al responder que;"El que siembra la buena semilla es el Hijo del
hombre”, que todo lo bueno viene de Dios, todo lo bueno de nosotros viene de
El, es así, es El quien siembra en nuestros corazones, y cuando necesitemos
algo bueno es a El a quien debemos pedir, pero estemos atentos, porque en
nuestro campo, en nuestro corazón, del mismo modo como se siembra el trigo,
que es el bien, se siembra la cizaña que es el mal, unas esparcidas con una
mano amorosa y las otras con astucia para buscar lograr su oscuros propósitos.
Un aspecto interesante, es que en el Antiguo Testamento, en el Libro de Daniel
se lee: Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se
dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia. A él se le dio imperio, honor
y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un
imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás. (Daniel
7,13). Por otra parte, Jesús utiliza esta expresin “Hijo del Hombre”, ante los
sumos sacerdotes del Sanedrín: “Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al
hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo.
(Mateo 26, 64)
3. “EL CAMPO ES EL MUNDO”
Luego Jesús prosigue; “el campo es el mundo”, precisamente porque sus
enseñanzas no son exclusivas de algunos pocos, es para todos, es universal.
Además esta expresión no puede recibir aquí el sentido restringido de Israel,
sino que significa todo el mundo. Toda la alegorización se desenvuelve teniendo
en cuenta el fin del mundo y el juicio de Dios sobre los seres humanos. Aquí se
expresa la universalidad del reino.
4. “ LA BUENA SEMILLA SON LOS QUE PERTENECEN AL REINO”
También no dice que; “la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la
cizaa son los que pertenecen al Maligno”. Como explicacin aparte, en arameo,
no se conoce Maligno como sinónimo de Diablo. En arameo, el nombre de Diablo
es “Satanás.” Los “hijos del Maligno” o del “Mal” lo son por cualidad suya.
Jesús nos hace saber que algunos somos partidario del Reino, y otros seguidores
de Maligno. Nosotros estamos llamados a ser la buena semilla, entonces
trabajemos por la construcción de un mundo nuevo y por apartarnos y
oponernos a los que buscan el mal.
Es importante comprender como nos explica Jesús, especialmente cuando nos
enseña que quien siembra la cizaña es Satanás, enemigo de Dios y de los
hombres, enemigo del bien, de la verdad, del amor, de la bondad y de la
misericordia, por tanto del Reino.
5. “EL TIEMPO DE LA COSECHA ES EL FIN DEL MUNDO, Y LOS
SEGADORES SON LOS ÁNGELES”
La cosecha es el término del siglo presente. En este juicio final los ángeles
aparecen como ministros de la justicia divina. Esto es de la máxima importancia
doctrinal. Cristo mismo enviará a sus ángeles para su obra de justicia. Se
presenta a Cristo como dueño de los ángeles, siendo esto atributo de Dios,
Cristo se equipara a Yahvé, que mandará a sus ángeles a que guarden los
caminos del justo. (Sal 91:11; Heb 1:7).
6. ¿POR QUÉ ESTA PARÁBOLA?
Frente a la autosuficiencia de los grupos religiosos que pueden considerarse en
línea directa con Dios, Jesús invita a sus discípulos a estar atentos y preparados,
pues al final de los tiempos será el juez supremo quien hará la separación entre
los verdaderos y falsos ciudadanos del reino. En todo caso, esta parábola, es un
buen consejo para tener paciencia a causa de la coexistencia de la cizaña con el
trigo, tomados estos términos en sentido de malos y buenos, coexistencia de
fieles y pecadores.
Pero en el trasfondo se percibe en la necesidad de la exhortación a la paciencia
hasta que llegue esta hora judicial de Cristo. El Hijo del hombre enviará a sus
ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al
pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido; allí será el
llanto y el rechinar de dientes. El “llanto” es metáfora que expresa dolor;
“rechinar de dientes,” furor de la desesperacin. ¿Porque?, porque los que son
arrojados, perderán a Dios para siempre.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Es decir, los
justos, en contraposición, brillarán. La luz aparece en la Escritura como símbolo
de gloria y felicidad ¿Por qué?, porque tendrán a Dios para siempre.
Cristo Jesús viva en sus corazones