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Domingo 20B TO: Pan de vida eterna
DIÁLOGOS sobre el Evangelio del Domingo
(especialmente para radio)
“Yo soy el pan vivo bajado del cielo” (Jn 6, 51-58)
José Martínez de Toda, S.J.
(martodaj@gmail.com)
Caracas, 19 agosto 2012
Moderador/a: Buenos días. Estamos aquí en el Estudio… (Se presentan los participantes).
En el Evangelio del domingo de hoy Jesús nos ofrece una comida divina: su Cuerpo y
su Sangre bajo las especies de pan y vino. Esto es algo excepcional nunca acaecido en el
mundo. Escuchémoslo.
Lectura del santo evangelio según San Juan (Juan 6, 51-58)
NARRADOR/A En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
JESÚS Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo : el que coma de este pan, vivirá para
siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
NARRADOR/A Disputaban entonces los judíos entre sí:
JESÚS – ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
NARRADOR/A – Entonces Jesús les dijo:
JESÚS Les aseguro que, si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no
tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna , y yo lo
resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él . El Padre que vive, me ha
enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de sus padres, que lo comieron y
murieron, el que come este pan vivirá para siempre.
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Pregunta 1 – Jesús dice cosas muy fuertes a los judíos en este evangelio.
¿Cómo los preparó antes de que las escucharan?
Esto les dijo después de la multiplicación de los panes, en que alimentó a cinco mil
hombres, además de los niños y mujeres que les acompañaban (vv. 1-15), y después de que
Jesús caminó sobre el agua (vv. 16-21). Fueron dos milagros muy llamativos.
Y Él aprovecha este momento glorioso para decir:
“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo : el que coma de este pan, vivirá para
siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”.
Pregunta 2 – ¿Cómo reaccionan los judíos ante un mensaje tan fuerte?
Les parece exagerado que Él diga: “ Yo soy el pan vivo ”.
Y murmuraban contra Él: “¿Cómo puede Él decir eso. Si su padre es José (v. 42) –
un carpintero normal y corriente – no un panadero de pan celestial. Y ¿cómo puede Él darnos
a comer su carne?”
Y le piden una señal, que demuestre que Él es ese pan vivo. Así como Moisés hizo
que todas las mañanas apareciera el maná durante 40 años en el desierto, exigen que Jesús
haga algo similar.
Jesús responde:
-“Los que comieron el maná murieron. El que come este pan vivirá para siempre”.
Pregunta 3 – ¿Por qué quiso Jesús compararse con el pan?
1-El pan es algo sagrado. Los pobres lo saben. En muchas partes de América Latina es
también el maíz, el casabe.
<Cuando yo era pequeño, en mi casa no había mucho que comer, y se apreciaba
mucho cada trozo de pan. Cuando se caía un pedazo de pan al suelo, mi mamá me lo hacía
recoger con mucho cuidado, me decía que lo besara, pues el pan es un regalo de Dios, que no
podemos despreciar. >
2-Además Jesús se comparó con el pan, porque los dos mueren para dar vida.
El pan empezó con un grano de trigo metido en la tierra, en la oscuridad.
Jesús recuerda: “ Si el grano de trino no muere, no da fruto ”.
Allí germinó, y de él brotaron espigas de trigo. Pero estas espigas tuvieron que ser
segadas. En ellas se hallaban nuevos granos de trigo, que tuvieron que ser triturados,
amasados y cocidos para llegar a ser un pan compartido, que da la vida a los demás.
Así es Jesús: Fue perseguido por los judíos, que no creyeron en su Palabra, en su
Sabiduría, que no querían comer del PAN que Él les ofrecía. Pero, a pesar de todo, Jesús
siguió su misión de ser pan, compartido por los demás, entregado por la vida del mundo, dado
para dar vida a todos.
Él murió y fue sepultado bajo tierra. Pero Él resucitó y nos da nueva vida divina.
Pregunta 4 – ¿Por qué se llama Jesús pan ‘vivo’?
Primero, porque Jesús da la vida. Jesús es el pan de la vida. Él me alimenta con su
Palabra, con su Sabiduría, con su ejemplo de amor. Más aún, Jesús me invita a ser un “pan”
como él, para los demás , sobre todo para los que están a mi alrededor.
Pero, sobre todo, Jesús es el pan de la entrega . Jesús se entrega a la muerte por
nosotros. De esa forma nos comunica la misma vida de Dios . Y Él ha querido que podamos
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comulgar y recibir su cuerpo en la eucaristía de pan y vino para alimentarnos también con su
carne y con su sangre.
De esa forma nos unimos a Él en esta entrega, que Él hace para la vida del mundo.
Pregunta 5 – A veces se dice de alguien: “Es tan bueno como el pan”. Es así
Jesús?
El pan es comida familiar. En casa no habrá comidas exóticas, pero estará el pan o el
maíz preparado con amor, es el maíz de la familia, de la mamá, del papá, de la igualdad, del
servicio mutuo, de la comunidad, de la alegría, de la sinceridad.
Nosotros, reunidos, formamos el pueblo de Dios y compartimos los dones que Dios
nos da para el viaje de la vida.
Nosotros necesitamos amor verdadero y hermanos verdaderos con los que reír, llorar,
rezar…Podemos tener lo mejor de todo lo que existe, pero si no nos sabemos amados por
Dios y los hermanos, nos secamos y morimos.
Cuando comemos el cuerpo y bebemos la sangre de Cristo junto con otros, nos
hacemos un poco más cristianos, es decir, más hermanos.
Pregunta 6 – ¿Hay ejemplos en la Biblia de alimentos de sabiduría?
- Primero, el profeta Ezequiel ‘ comió el rollo’ de papel de entonces, donde
estaba escrita la Palabra de Dios, que él debía anunciar a la casa de Israel. Y, al
comerlo, él experimentó un sabor dulce como la miel (Ez 3, 1-3). El salmo 19
(18) (v. 11) dice también: “ Los mandatos del Señor son más dulces que la miel
- Segundo, en Isaías 55 la Palabra desciende de la boca de Dios como lluvia y
nieve, regando la tierra y posibilitando su producción de pan (v. 10).
- Tercero, a menudo las Escrituras se refieren a la salvación de Dios como comida y
bebida.
Pregunta 7 – Así que, ¿hay relación entre Palabra y Carne?
En el Prólogo del evangelio de S. Juan se dice: “ La Palabra se hizo carne y habitó
entre nosotros”. La Palabra es Jesús, que se hizo carne en Belén, en Egipto y en Nazaret. Y
Él se hizo alimento de todos por la fe en la Última Cena.
Eso ocurre también en la Misa o Eucaristía: comenzamos con la Palabra, que está en
las primeras Lecturas y en el Evangelio, y seguimos con la Consagración del pan y del vino,
que se convierten en el Cuerpo y Sangre de Cristo, que recibimos en la Comunión.
Los primeros cristianos decían "no podemos vivir sin celebrar el día del Señor".
Pregunta 8 – ¿Por qué era tan importante para ellos el día del Señor, es
decir, el domingo?
Cuando celebramos el día del Señor y compartimos su mesa, nos comprometemos a:
Mejorar nuestras vidas.
Crear unidad.
Compartir nuestro pan.
Amar a los hermanos, especialmente a los más necesitados.
Luchar por la justicia y la paz.
Abrir nuestros corazones a todo lo que es bueno.
Discernir la sabiduría de la propaganda.
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Despedida
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía, sacramento del amor. Realmente vale la pena
alimentarse de este Pan del cielo, que es Jesús.
FIN
Este GUIÓN RADIOFÓNICO y el de otros domingos pasados y futuros se hallan en
http://www.homiletica.org/ciclos.htm y en
http://www.jesuitas.org.co/documentos/dominical/JoseMartinez/Archivo.html
Parte de ellos también se pueden ver en http://www.radioevangelizacion.org y en
www.facebook.com/PildorasdeFe
Se transmite en 72 emisoras de Unión Radio (Venezuela). En Caracas: Unión Radio
FM 90.3 a las 5am, 7am y 10pm dentro de la Misa del P. Honegger Molina; la misma
Misa con los Diálogos se transmite en Unión Radio AM 1.100 a las 5am, 7am y 8pm; en
DirectTV 980; y en http://www.unionradio.net en ‘Audio en vivo’ en esos mismos horarios.
La grabación está hecha por dos catequistas y el P. Honegger.
Advertencias al Equipo de Locutores :
Conviene que haya un Moderador, que salude al principio, despida y haga las preguntas.
Ellas son respondidas por los otros participantes en el programa.
El programa puede durar unos 15 minutos. Conviene que se reúnan antes para orar juntos,
seleccionar y discutir.
Es importante tener mucho cuidado en no simplemente “leer” el Guión, como si fuera un
cuestionario, sino que lo asuma como una guía de conversación. En radio se nota en seguida
cuándo uno está leyendo, y cuándo conversa. Por ejemplo, en la conversación solemos mover las
manos, sobre todo si estamos contando algo importante; el que simplemente lee, no mueve las
manos.
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El Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo ( B ) Marcos 14, 12-16. 22-26
LA CENA DEL SEÑOR
JOSÉ ANTONIO PAGOLA
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
ECLESALIA , 10/06/09.- Los estudios sociológicos lo destacan con datos contundentes: los
cristianos de nuestras iglesias occidentales están abandonando la misa dominical. La
celebración, tal como ha quedado configurada a lo largo de los siglos, ya no es capaz de nutrir
su fe ni de vincularlos a la comunidad de Jesús.
Lo sorprendente es que estamos dejando que la misa « se pierda » sin que este hecho
apenas provoque reacción alguna entre nosotros. ¿No es la eucaristía el centro de la vida
cristiana? ¿Cómo podemos permanecer pasivos, sin capacidad de tomar iniciativa alguna?
¿Por qué la jerarquía permanece tan callada e inmóvil? ¿Por qué los creyentes no
manifestamos nuestra preocupación con más fuerza y dolor?
La desafección por la misa está creciendo incluso entre quienes participan en ella de
manera responsable e incondicional. Es la fidelidad ejemplar de estas minorías la que está
sosteniendo a las comunidades, pero ¿podrá la misa seguir viva sólo a base de medidas
protectoras que aseguren el cumplimiento del rito actual?
Las preguntas son inevitables: ¿No necesita la Iglesia en su centro una experiencia
más viva y encarnada de la cena del Señor, que la que ofrece la liturgia actual? ¿Estamos tan
seguros de estar haciendo hoy bien lo que Jesús quiso que hiciéramos en memoria suya?
¿Es la liturgia que nosotros venimos repitiendo desde siglos la que mejor puede ayudar en
estos tiempos a los creyentes a vivir lo que vivió Jesús en aquella cena memorable donde se
concentra, se recapitula y se manifiesta cómo y para qué vivió y murió Jesús? ¿Es la que más
nos puede atraer a vivir como discípulos suyos al servicio de su proyecto del reino del Padre?
Hoy todo parece oponerse a la reforma de la misa. Sin embargo, cada vez será más
necesaria si la Iglesia quiere vivir del contacto vital con Jesucristo. El camino será largo. La
transformación será posible cuando la Iglesia sienta con más fuerza la necesidad de recordar a
Jesús y vivir de su Espíritu. Por eso también ahora lo más responsable no es ausentarse de la
misa sino contribuir a la conversión a Jesucristo.