Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 18, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El justo vivirá por su fe * No abandonas, Señor, a los
que te buscan. * Si ustedes tienen fe, nada será imposible
Textos para este día:
Habacuc 1, 12-17; 2, 1-4:
¿No eres tú, Señor, desde antiguo mi santo Dios que no muere? ¿Has destinado
al pueblo de los caldeos para castigo; oh Roca, le encomendaste la sentencia?
Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal, no puedes contemplar la
opresión. ¿Por qué contemplas en silencio a los bandidos, cuando el malvado
devora al inocente?
Tú hiciste a los hombres como peces del mar, como reptiles sin jefe: Los saca a
todos con el anzuelo, los apresa en la red, los reúne en la nasa, y después ríe de
gozo; ofrece sacrificios al anzuelo, incienso a la red, porque con ellos cogió rica
presa, comida abundante. ¿Seguirá vaciando sus redes, matando pueblos sin
compasión?
Me pondré de centinela, en pie vigilaré, velaré para escuchar lo que me dice,
qué responde a mis quejas. El Señor me respondió así: "Escribe la visión,
grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. La visión espera su
momento, se acercará su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de
llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su
fe."
Salmo 9:
Dios está sentado por siempre / en el trono que ha colocado para juzgar. / Él
juzgará el orbe con justicia / y regirá las naciones con rectitud. R.
El será refugio del oprimido, / su refugio en los momentos de peligro. /
Confiarán en ti los que conocen tu nombre, / porque no abandonas a los que te
buscan. R.
Tañed en honor del Señor, que reside en Sión; / narrad sus hazañas a los
pueblos; / él venga la sangre, él recuerda / y no olvida los gritos de los
humildes. R.
Mateo 17, 14-20:
En aquel tiempo se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: "Señor,
ten compasión de mi hijo, que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se
cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido
capaces de curarlo. Jesús contestó: "¡Gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo os
tendré que soportar? Traédmelo". Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel
momento se curó el niño.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: "¿Y por qué no
pudimos echarlo nosotros?" Les contestó: "Por vuestra poca fe. Os aseguro que,
si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que
viniera aquí, y vendría. Nada os sería imposible".
Homilía
Temas de las lecturas: El justo vivirá por su fe * No abandonas, Señor, a los
que te buscan. * Si ustedes tienen fe, nada será imposible
1. "Todo lo que Siempre Quisiste Saber..."
1.1 Una expresión muy socorrida en la publicidad, sobre todo cuando se trata de
despertar la curiosidad y a veces la morbosidad, es aquello de "Todo lo que
siempre quisiste saber..." El tema escogido normalmente es algo de esoterismo,
sexualidad o comidillas de farándula.
1.2 Por su parte, el profeta Habacuc hace en el día de hoy algunas preguntas de
esas que "siempre quisimos saber." Es en el fondo el antiguo tema del éxito del
malvado y de la impotencia del bueno para lograr siquiera su propia seguridad
personal. La pregunta que Habacuc le hace a Dios nos parece casi agresiva:
"¿Cómo puedes contemplar en silencio a los traidores, soportar al malvado que
devora a quien es mejor que él?" De este sólo hecho aprendemos que hemos de
ser comprensivos si alguna vez oímos a alguien lamentándose ante Dios: los
profetas lo hicieron.
1.3 Y sin embargo, profetas como Habacuc no estaban huyendo de Dios; su
intención no era blasfemar ni volverse ateos ni cambiar de religión. Es normal
sentir desconcierto cuando vemos triunfar impunemente la injusticia, y sería
signo de grave desorden que a uno no le importara ver pisoteado el Derecho.
Pero, siguiendo el ejemplo de Habacuc, tendremos buen cuidado de rechazar a
Dios solamente porque no lo entendemos. El ejemplo nos lo da lo que hemos
oído en la primera lectura: "Voy a colocarme en mi puesto de guardia, estaré de
pie sobre la muralla, atento para oír lo que el Señor me dice."
1.4 Y lo que el Señor dice es que las cosas terminan cambiando. Habrá que
vigilar "sobre la muralla" y probablemente esperar un poco o mucho, pero al
final la luz de la salvación aparece. Entonces llegamos a entender "lo que
siempre quisimos saber."
2. La fuerza de una fe total
2.1 A mí personalmente no me desaniman sino que me reconfortan las escenas
del Evangelio en que veo flaquear de alguna manera a los discípulos.
2.2 Eso no me desanima porque me hace entender que también mis flaquezas
tienen un lugar en la Biblia. Y en cambio me reconforta, porque me fascina ver
cómo en cada caso Dios tiene un modo de abrirnos a su amor, su poder y su
bondad... incluso si para llevarnos a ello tiene que regañarnos un poco.
3. ¿Jesús, el impaciente?
3.1 Las expresiones que escuchamos hoy no son frecuentes en labios de Jesús.
Casi pueden extrañarnos: "¿Hasta cuándo estaré con esta gente incrédula y
perversa? ¿Hasta cuándo tendré que aguantarla?". Y es natural que nos
preguntemos: ¿Qué pasó? ¿Se le agotaba la paciencia a Nuestro Señor?
3.2 Creo que a veces imaginamos la paciencia como "no sentir". Una persona
paciente y virtuosa debería ser una paciencia que, o no siente, o disimula lo que
siente. Sin embargo, esa insensibilidad es más budismo que cristianismo.
3.3 Así como la piel de Jesús se bañó de sangre y su cuerpo soportó durísimo
dolor al ser azotado y golpeado, así también su mente y su alma padecían
muchísimo por la torpeza, la lentitud y la continua tergiversación que la
acechaba de todas partes.
3.4 Ese "¿hasta cuándo?" de Jesús debe hacernos reflexionar. Lejos de
reprocharle que expanda su corazón y nos deje saber su amargura,
reflexionemos en la verdad de su carne, que por nosotros padeció, y en la
verdad de su dolor continuo, que reprocha y corrige nuestra indolencia.
Fr. Nelson Medina, O.P.