Comentario al evangelio del Miércoles 15 de Agosto del 2012
Queridos amigos:
El 1º de enero celebrábamos a Santa María, Madre de Dios.
El 25 de Marzo la Anunciación de Ntra. Señora, y hoy, 15 de Agosto, celebramos a María Asunta en
Cuerpo y alma al cielo.
La historia humana es una historia de exilio. Nos encontramos desterrados en la tierra donde luchan el
bien y el mal, la solidaridad y el egoísmo, la justicia y la mentira, es decir, la lucha entre los valores de
la muerte y los valores de la vida. María supo salir victoriosa.
La fiesta de hoy nos invita a contemplar la historia humana como historia de salvación.
Desde el siglo II los Santos Padres presentan a la Virgen María como la mujer asociada a Cristo en la
lucha contra el mal que ha de desembocar en la victoria del bien. "Convenía que aquella que había sido
conservada intacta en su virginidad conservara intacto su cuerpo de la muerte. Convenía que aquella
que había llevado en su seno al creador del universo como un niño tuviera después su mansión en el
cielo. Convenía que aquella que vio morir a su Hijo en la cruz lo viera ahora sentado en su gloria.
Convenía que la madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por todas las
criaturas como Madre de Dios".
María, la mujer llena de gracia, la virgen y madre es la primera mujer resucitada después de Cristo: su
vida de gracia es para nosotros puerta de la gracia; su maternidad nos devuelve en Cristo la dignidad de
hijos queridos; su resurrección es la prueba de que también nosotros estamos llamados a participar
plenamente de la vida de Dios en la fraternidad de la Iglesia.
Con María, Dios convierte las promesas en realidad. Dios sale de las sombras para realizar junto a los
hombres una nueva historia basada en la gracia y la providencia, animándonos a salir del doble juego
de apostar por Dios a la vez que por las cosas del mundo.
María nos recuerda que la última palabra en nuestra historia la tiene Dios y merece la pena apostar por
todo lo que conduce a la vida.
La lectura del libro del Apocalipsis nos recuerda la bendición de Dios a su pueblo a través de la entrega
de una tierra donde edificar el templo, el lugar donde el pueblo ofrece a Dios sus sacrificios y
oraciones.
La primera carta a los Corintios es un canto a la esperanza en la resurrección: "¿Dónde está muerte tu
victoria? ¡Demos gracias a Dios que nos da la victoria por Jesucristo!".
Y el Evangelio nos recuerda que María es honrada en la Iglesia por ser Madre de Dios, pero también
por ser la primera mujer en escuchar y vivir la palabra de Dios. ¡Dichosos quienes cumplen la Palabra
de Dios!.
Con la gloria de María, hay futuro para todos si como Ella también nosotros asimilamos la Palabra de
Dios, la guardamos en nuestro corazón con cuidado y dejamos que nos lleve al destino que Dios nos
tiene preparado.
Hoy celebramos que también nosotros, como ella, saldremos de este destierro de dolor y lágrimas y
contemplaremos a María Virgen y Madre, asunta al cielo junto a todos los que se mantenido en la
amistad de Dios. Para que sea posible, hoy le pedimos a Dios que nos ayude por intercesión de María a
vivir en fe y gracia decididos por Dios, máximo bien.
Miguel N.